sábado, 24 de febrero de 2024

Camino al zoo

de Edward Albee. Versión: Juan Carlos Rubio y Bernabé Rico. Dirección: Juan Carlos Rubio.
U
na producción de TalyCual, Pentación, Lázaro y la Alegría.
con Fernando Tejero, Dani Muriel y Mabel del Pozo.

24 de febrero de 2024. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas. 80’ aprox.

Peter está sentado y asediado. Primero por su mujer, Ann, en un sofá doméstico. Luego por un extraño, Jerry, en un banco de Central Park. Con ella tiene diálogos superficiales y profundos sobre lo que sienten y sobre su relación. De él escucha historias truculentas que, casi sin querer, termina protagonizando.

Fin de semana con Edward Albee. Ayer en el Palacio Valdés el estupendo estreno de Un delicado equilibrio dirigido por Nelson Valente. Hoy en el Valey este Camino al zoo dirigido por Juan Carlos Rubio con notable contención. Es un drama en dos actos con un mismo protagonista para dos historias (una íntima y conyugal, otra exterior y masculina) a las que, además del personaje de Peter, comparten instantes violentos: el del pasado que él confiesa a su mujer y el que cerrará dramáticamente el encuentro con Jerry. Fernando Tejero, Mabel del Pozo y Dani Muriel están muy bien en esos personajes intensos. Quizá por sus vecindades con la historia del magnífico estreno de ayer, a mi me han interesado más las confesiones maritales de la primera parte que, en su lado femenino, me han hecho pensar en las matizadas y oportunas reflexiones de Clara Serra en El sentido de consentir (Nuevos Cuadernos Anagrama, 2024). Así que ha sido un fin de semana teatralmente estupendo con el teatro de Albee haciendo doblete en nuestra comarca.

Programa de mano

Dossier

viernes, 23 de febrero de 2024

Un delicado equilibrio

de Edward Albee. Dirección: Nelson Valente.
Producciones Teatrales Contemporáneas.
con Alicia Borrachero, Ben Temple, Manuela Velasco, Joan Bentallé, Cristina de Inza y Anna Moliner


23 de febrero de 2024. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 130 aprox. Estreno absoluto

Agnes y Tobías forman una pareja madura que vive con hastío su cotidianidad. Sobre todo ella, que no soporta la presencia en la casa de su hermana Claire. La cosa se complica con el regreso de Julia, la hija de Agnes y Tobías, que acaba de romper su cuarto matrimonio, y con la inesperada llegada de Harry y Edna. Ellos son sus mejores amigos y han abandonado aterrorizados su casa para instalarse en la habitación de Julia.

Otra magnífica noche de estreno en el Palacio Valdés. El texto tiene casi sesenta años, pero sus atmósferas son tan intemporales como la forma en que una familia puede ser refugio acogedor o escenario de tedios, reproches y culpas. Edward Albee tiene el acierto de hacer del miedo existencial la clave de la llegada de Harry y Edna a la casa de Agnes y Tobías. Cuatro años antes de que Albee estrenara esta obra, Buñuel había dirigido El ángel exterminador. Así que bien podría haberse inspirado en el terror coral que en aquella película impedía a unos burgueses abandonar una casa para ese inexplicable miedo que hace huir de la suya a Harry y Edna. La dirección de Nelson Valente es acertadísima, con un espacio doméstico casi abstracto en el que un sofá, un sillón y un frecuentado aparador de alcoholes varios tienen como fondo una tela oscura que separa a esa familia de un mundo exterior ignoto y de unos cuartos muy disputados: el de ese matrimonio que duerme separado y el de esa hija sin habitación propia porque Harry y Edna ya la han tomado. Un delicado equilibrio compondría un díptico perfecto con El declive, una obra que también dirigió (y escribió) Nelson Valente y que pudimos disfrutar hace cinco años en este mismo escenario. Entre sus aciertos está la elección de un elenco que realiza un magnífico trabajo. Alicia Borrachero está poderosa en ese personaje que no decide nunca, pero lleva siempre el peso de todo. Con una gestualidad ajustadísima, Ben Temple está impecable en el papel del flemático Tobías, el contrapunto perfecto de Agnes, para el que son muy acertadas esas sutiles glosas irónicas sobre su anglodisglosia. Manuela Velasco consigue darle una fuerza singular al personaje de Claire, que carga con un odio recíproco hacia su hermana y una oscura relación con su cuñado en el pasado. Anna Moliner consigue hacer creíble algo tan difícil como llenar de debilidad adolescente al personaje treintañero de Julia. Por su parte, Cristina de Inza y Joan Bentallé encarnan de forma perfecta a esa pareja (en cierto modo simétrica de la de Agnes y Tobías) en la que Edna es la que decide y Harry quien levanta las anclas. Con ese matrimonio, además del inesperado elemento externo que dinamiza la historia, Albee nos ofrece una interesante reflexión sobre la lealtad y la culpa y sobre los derechos y deberes que comporta la amistad. Por lo demás, ha sido un gusto escuchar las voces de todos sin amplificar. Cada vez es menos frecuente en los teatros y eso nos recuerda que el verbo proyectar también formaba parte de las virtudes diferenciales del trabajo actoral.

viernes, 16 de febrero de 2024

Italianeses

de Saverio La Ruina. Dirección: María Gómez y Riccardo Rigamonti
Producción: NadaDeLirios.
c
on Riccardo Rigamonti.


16 de febrero de 2024. Centro Niemeyer (club), Avilés. 80’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.

Tonino nos cuenta su vida. La de un italiano que nació en Albania y vivió siempre recluido en un campo.  Le tocaron los tiempos de la Guerra Fría y el aislamiento albanés. Una época especialmente dura para los soldados de Mussolini que no pudieron dejar aquel país. El padre de Tonino sí pudo volver, pero él vivió cuarenta años encerrado en ese campo albanés sin perder la esperanza de que algún día podría conocer Italia y encontrar a su padre.   

Bondad, alegría y esperanza. Es lo que destila el conmovedor relato que Riccardo Rigamonti nos comparte en primerísima persona. Esas tres actitudes definen a ese entrañable Tonino que disfruta con las cosas pequeñas, como los colores de las telas, la delicadeza de las costuras o la textura de un sueño en el que una joven de ojos celestes y pelo de trigo bien podría volver en verano. Son historias muy distintas, pero la atención a la belleza de las telas y la delicadeza de las intimidades me ha recordado a las de El Caftán azul, de Maryam Touzani. Con Italianeses Riccardo Rigamonti ha conseguido recrear esta noche la sutil complicidad que genera el viejo arte de contar historias al calor del fuego. Para Luis Landero (pienso en El Balcón en invierno) en ellas está la fuente de la memoria que hace posible la literatura. Así que, viendo a Tonino esta noche, uno cree que está asistiendo, no a la representación de un texto magnífico por un actor extraordinario, sino a las confesiones sinceras de un hombre bueno que inspiraron al autor de esta obra.

Programa de mano

domingo, 11 de febrero de 2024

El cuerpo más bonito que se habrá encontrado nunca en este lugar

Texto: Josep María Miró. Dirección: Xavier Albertí.
Una producción de Teatre Romea y Temporada Alta.
con Pere Arquillué.

11 de febrero de 2024. Teatro de La Abadía, Madrid. 105’ aprox.

El cuerpo es el de Albert, que solo tenía 17 años. Él mismo comienza recordando desde ese momento y ese lugar. También hablan los campesinos que lo encuentran. Y Antònia (su madre), Júlia (la directora del instituto), Ricard (el viejo del aserradero) y Eliseu (antes Pink, a partir de ahora Blue). Falta Ramis, el padre de Albert que lleva once años muerto.

Un texto superlativo y un actor inigualable. No es fácil reseñar lo que ha escrito Josep Maria Miró. Un coro de voces sobre una tragedia en tres tiempos: el del trauma infantil del padre, el de la dicha del hijo que quizá explica la inmolación de aquel y el de ese cuerpo tan bonito que el pueblo entero quizá haya sacrificado. El reto para Pere Aquillué era descomunal. Encarnar todas esas voces sin imposturas, a cuerpo limpio,  con solo una luz a su derecha en un espacio vacío y oscuro. Después de verlo haciendo de Dios en el Paraíso perdido de Milton, que dirigió Andrés Lima, estaba seguro de que hoy sería una noche memorable. Y lo ha sido. Hora y tres cuartos de teatro mayúsculo. Del que se contempla hacia adentro, casi con los ojos cerrados y el alma despierta. Conscientes de que, cuando pasen los años, podremos decir que estuvimos en La Abadía viendo al gran Pere Arquillué en El cuerpo más bonito que se habrá encontrado nunca en este lugar. Lluis Homar me había encantado haciendo algo parecido, pero con más apoyos, en Terra Baixa, el clásico de Gimerá. Pero Arquillué ha ido más lejos con este clásico contemporáneo de Josep María Miró (merece la pena leer su propio epílogo y el excelente prólogo de Abel González Melo en la edición de Artezblai). Y hay que destacar también el fenomenal trabajo de Xavier Albertí en la dirección (el pasado verano veíamos en el Teatro Maria Luisa de Mérida su magnífico En mitad de tanto fuego, otro estupendo monólogo de Alberto Conejero protagonizado por Rubén de Eguía). Él y Pere Arquillué  han conseguir llenar de verdad este espacio vacío habitado por muchas voces y un único hombre que ha conseguido emocionar a quienes hemos asistido a esta obra excepcional.

Programa de mano

sábado, 10 de febrero de 2024

Misericordia

texto y dirección: Denise Despeyroux.
una producción de Centro Dramático Nacional y Showprime.
con Denise Despeyroux, Natalia Hernández, Pablo Messiez, Cristóbal Suárez y Marta Velilla.


10 de febrero de 2024. Teatro Valle-Inclán (Sala Francisco Nieva), Madrid. 135’ aprox.

Darío Duarte va a estrenar en la sala grande del María Guerrero. Quiere que su obra trate del exilio y se lo comenta a su amigo Dante, un dramaturgo muy premiado al que no le encargan nada. De hecho, ha dejado el teatro por la psiconeuroinmunología. Darío tiene dos hermanas: Delmira, entregada a la cábala judía, y Dunia, diseñadora de videojuegos. Así que los encuentros entre los cuatro son muy especiales. Sobre todo para Darío que quiere que su obra rememore aquel viaje que organizó desde España el primer gobierno socialista para que doscientos hijos de exiliados uruguayos volvieran por Navidad a su país. Él participó en aquel viaje, pero no se acuerda de nada. Así que le ha pedido consejo a Sergio Blanco y él le ha dicho que hable con Denise Despeyroux. Ella también estuvo en aquel viaje cuando tenía ocho años y seguramente se acuerda. A Darío no le apetece hablar con ella porque no ha visto ninguna de sus obras y su teatro no le interesa. 

Metautoficción hilarante. Dos horas y cuarto de inteligencia, gracia, e ironía a cuenta del propio gremio. Darío es Pablo Messiez y dice que su teatro es demasiado abstracto. Denise es Despeiroux y acepta colaborar con él aunque realmente no quiere hacerlo. También salen otros nombres y obsesiones del panorama teatral españargentiguayo. Así que, además de ellos mismos y Sergio Blanco, también se habla de Francesco Carril (todo el mundo quiere trabajar con él) o de autores y directores más conocidos que Dario Despeiroux  como, por ejemplo, Pablo Remón o Andrés Lima (a este último lo teníamos justo delante y creo que se lo ha pasado tan bien como nosotros). Me encanta Denise Despeyroux. Como autora, como directora, como actriz y ahora también viéndola cuando era una niña deliciosa con ese vestido amarillo (está claro que ella nunca ha tenido miedo al teatro) y era entrevistada por la televisión sobre aquel viaje. Ojalá que a Denise le vaya muy bien con Misericordia (y que a Dante, a Darío y a sus hermanas les vaya muy bien con sus cosas). Y ojalá que pronto la tengamos de nuevo en Avilés. Sabe que la queremos mucho. 

Con esta son 500 las obras que he reseñado en este blog. Diez años de teatro, de buen teatro. Y seguimos en el teatro... 

Programa de mano

viernes, 9 de febrero de 2024

Nuestros actos ocultos

Texto y dirección: Lautaro Perotti.
una  coproducción de Timbre 4, Mamá Floriana SL y Teatro Español .
c
on Carmen Machi, Macarena García y Santi Marín.


9 de febrero de 2024. Centro Niemeyer (auditorio), Avilés. 80’ aprox.

Elena acaba de tener un accidente de noche y su marido ha muerto. O quizá no haya sido un accidente. Al lugar llegan Azucena, su madre, y Patri, su medio hermano. Las relaciones en esa familia son complicadas y nosotros la vemos en varios tiempos.

Ahora, hace seis meses y hace dos años. Esos son los momentos se van entreverando en esta historia llena de tristezas. La de una madre antes alcohólica y ahora afectada por la desmemoria. La de una  joven que quiere ser madre y no podrá serlo con su marido. Y la de un joven discapacitado que está siempre disponible para las dos. El texto de Lautaro Perotti es preciso en los lenguajes y destila la aspereza íntima de una familia llena de recelos y vacía de sinceridad. En medio de las dos mujeres está Lautaro, ese joven que es todo ternura y que querría servir de puente entre las dos. Carmen Machi está magnífica y rotunda, como ella sabe, en un personaje que intenta retener su fuerza cuando empieza a ser consciente de que pronto la perderá. También está impecable Macarena García en el papel de esa joven que quiere ser madre y no sabe ser hija para la suya. Y, por supuesto, Santi Marín interpretando a ese joven que, sin entender bien las cosas, intuye que deberían mejorar. Casi no lo reconocía, pero a él lo vi en Buenos Aires cuando interpretaba, precisamente con Laurato Perotti, esa maravilla titulada Próximo.  Aquella noche él y yo debíamos ser los únicos españoles en Timbre 4. Y eso hacía aún más especial y cercana aquella historia sobre las distancias. La de esta noche está llena de sugerencias tristes. Aunque no estoy seguro de que la recurrencia subrayada de los cambios temporales sea lo que más le conviene. Quizá con menos escenas distanciadas y prescindiendo sin rótulos temporales la historia podría ganar en interés sin perder emoción.

Programa de mano

viernes, 2 de febrero de 2024

Cielos

de Wajdi Mouawad. Dirección: Sergio Peris-Mencheta.
una producción de Barco Pirata.
con Marta Belmonte, Jorge Kent, Álvaro Monje, Pedro Rubio y Javier Tolosa.


2 de febrero de 2024. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 110 aprox.

Se prepara un gran atentado. A la Secretaría de Estado para la Defensa la pista Tintoretto le parece demasiado poética. Un criptógrafo de la célula francófona había avanzado mucho en ella a partir del cuadro de la Anunciación. Tanto que, por algún motivo, se suicida. Quien le sustituye encuentra nuevas claves que le llevan a anticipar varios atentados simultáneos en diversas ciudades. Pero se les ordena seguir la pista islamista.  

Todo hombre que mata a otro hombre es un hijo que mata a otro hijo. Lo cantaba Lluis Homar en Cerca de tu casa. Wajdi Mouawad pone en esa frase la clave de las herencias de las guerras del siglo XX que explican el dolor de esos jóvenes del XXI dispuestos a hacer del terrorismo un acto poético. Con Cielos cerró su tetralogía La sangre de las promesas que incluye también Bosques, Incendios (sublime el montaje que vimos en 2017 del gran Mario Gas) y Litoral. Cielos es el texto más contemporáneo de los cuatro. El que, abundando en la reflexión sobre la herencia de la sangre derramada, apunta a los desafíos de la actualidad. Verla en estos días de genocidio en Gaza aún impresiona más. Incluso uno sale pensando hasta qué punto la elección por algunos jóvenes de los museos como nuevos escenarios para algunos atentados de baja intensidad no tendrá algo que ver con lo que aquí plantea Wajdi Mouawad. Por lo demás, es admirable la interpretación escénica que hace Sergio Peris-Mencheta de un texto tan complejo como este. Todo un acierto ese espacio en tres niveles con el jardín de las estatuas y las confesiones en el superior, las celdas para las comunicaciones con las familias abajo y en medio esa sala de trabajo gris sin referencias exteriores en cuyo fondo hay unas texturas rugosas que me recuerdan lo que podría haber hecho Cristina Iglesias a partir de dibujos neuronales de Cajal. Junto a esos tres niveles de aislamiento Peris-Mencheta ha sabido crear la imaginería digital necesaria para que, sin perder teatralidad, podamos seguir los muchos elementos virtuales del entramado narrativo que propone Mouawad. Los cinco intérpretes están impecables en esta obra que exige la tensión del suspense y la intensidad de una poesía que, como dice Mouawad, pretende ser compatible con las matemáticas o el terrorismo. Siento no haber podido ver también Bosques y Litoral. Leyendo la tetralogía (y los magníficos prólogos de Eladio de Pablo) se aprecia la gran calidad de un autor cuyo reconocimiento es bien merecido. Aunque también es muy afortunado con puestas en  escena de sus obras como las de Mario Gas y Sergio Peris-Mencheta, quizá los directores de teatro más notables del panorama español. Esperemos que Sergio esté pronto en plena forma para seguir haciendo tan buen teatro como el que nos ha traído en estos años a Avilés: Continuidad de los parques, Lehman Trilogy, ¿Quién es el señor Schmitt?, Una noche sin Luna, Castelvines y monteses, Ladies Football Club y ahora Cielos. Nos encantará poder aplaudir de forma especialmente cálida lo próximo que dirija. No hay prisa. Le estaremos esperando.

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