viernes, 27 de marzo de 2015

Reikiavik

Autor y Director: Juan Mayorga.
Producción: La Loca de la Casa y Entrecajas Producciones Teatrales.
con César Sarachu, Daniel Albadalejo y Elena Rayos.
 
27 de marzo de 2015. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 105’ aprox. Estreno absoluto.


Una muchacha encuentra en un parque un tablero de ajedrez. Es el que utilizan Waterloo y Bailén en el juego de infinitas variaciones en el que interpretan las partidas entre Bobby Fischer y Boris Spassky en Reikiavik.

Un triángulo perfecto el de estos jugadores de la imaginación y la memoria. Dos personajes con nombres de derrotas napoleónicas apasionados por aquella batalla incruenta que se libró en Reikiavik y una neófita que aprenderá ese juego para merecer el nombre de Leipzig. Los tres forman un triángulo virtuoso magníficamente interpretado por actores que con unos recursos mínimos y una agilidad portentosa se desdoblan en muchos otros personajes. Y ese triángulo iniciático es el que recrea aquellas partidas que jugaron Fischer y Spassky dentro y fuera del tablero. Con ellos quedó claro que la relación entre el ajedrez y la política no es solo metafórica. Pero el Reikiavik de Juan Mayorga no es mero teatro documental sobre aquella batalla épica.  El ajedrez y la política son en su obra parte de un cuadrilátero de asombrosas simetrías con el teatro y con la vida. Como se ha hecho en todo el mundo Juan Mayorga ha leído esta noche en el Palacio Valdés el manifiesto de Krzysztof Warlikowski que conmemora el día mundial del teatro. Y lo ha hecho justo antes de que se levantara el telón para este estreno mundial de su magnífico Reikiavik, un homenaje total al teatro por este demiurgo de la escena que no es solo el autor de una obra soberbia que va a dar mucho que hablar sino también el director de este montaje sobresaliente.

viernes, 20 de marzo de 2015

Don Juan Tenorio

de José Zorrilla. Dirección: Blanca Portillo. Versión: Juan Mayorga.
Un espectáculo coproducido por: Avance P. T., Compañía Nacional de Teatro Clásico, y Teatro Calderón de Valladolid.
con José Luis García Perez, Luciano Federico, Juanma Lara, Francisco Olmo, Eduardo Velasco, Daniel Martorell, Alfredo Noval, Alfonso Begara, Miguel Hermoso, Raquel Varela, Marta Guerras, Beatriz Argüello, Rosa Manteiga, Ariana Martínez y Eva Martín.

20 de marzo de 2015. Centro Niemeyer (Auditorio), Avilés. 140’ aprox.


Don Juan Tenorio ha ganado la apuesta que hace un año cruzó con Don Luis Mejía. La porfía se prolonga y el matador deberá dañar ahora el corazón de dos mujeres: la prometida del rival y la novicia que a él estaba destinada. La nueva victoria le hace merecedor del castigo eterno. Pero el amor de Doña Inés le conseguirá el perdón de Dios. Del Dios de Don Juan Tenorío.

Blanca Portillo solo se ha equivocado en una cosa. En anunciar que su Don Juan ajustaría cuentas con ese canalla. Nada había que ajustar porque el personaje de Zorrilla es un malo indiscutible que solo sale bien parado ante un Dios dispuesto a perdonar y una mujer dispuesta al sacrificio. Solo el catolicismo y el machismo femenino salvan aparentemente a este icono del mal que para ningún público es modélico. Y quizá eso es lo que Juan Mayorga y Blanca Portillo resaltan en ese irónico reproche que, traspasando la cuarta pared, nos hace el personaje por no dejarle en paz cuando se acerca su final. Insisto, Blanca Portillo solo se ha equivocado en la forma de presentar su Don Juan fuera del escenario. El que ha llevado a las tablas es magnífico e inolvidable. Lo son esos canallas actualizados con presencia de machos broncos en un escenario lleno de grises en el que nos reciben espectros con máscaras en blanco y negro. Lo son también las transiciones en penumbra mientras destaca la voz iluminada de la mujer que canta. Y lo son las interpretaciones de todos: la de un José Luis García Pérez que da presencia rotunda y voz ajada a este Tenorio impecable, la de un Miguel Hermoso que mantiene siempre a gran altura la réplica de Don Luis Mejía, la de una Ariana Martínez que nos pasma en esa Doña Inés que pasa de novicia desgarbada a venus fascinante, la de una Beatriz Argüello que compone una Brígida espectacular capaz de beneficiarse por igual de la víctima y del depredador.  Y así hasta los quince magníficos actores que hoy han hecho de Zorrilla casi un memorable Shakespeare en el Niemeyer. No será fácil olvidar a este Don Juan que casi huele y que sin mirar a su ángel de amor le declara las virtudes de esta apartada orilla mientras se lava el torso a la brandoniana manera. Ni tampoco a esta Doña Inés pelirroja que se entrega desnuda a su castigador y que finalmente lo redime (Zorrilla) antes de escupirle (Portillo). No será fácil olvidar este impresionante Don Juan que aquí hemos disfrutado cuando comienza la primavera y que hace parecer tan lejanos los Tenorios de noviembre.

sábado, 14 de marzo de 2015

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Texto y dirección: José Padilla.
Producción: Centro Dramático Nacional.
con Pablo Béjar, Inma Cuevas, Gustavo Galindo, Nerea Moreno y Ana Vayón.

14 de marzo de 2015. Centro Niemeyer (Club), Avilés. 70’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.


Una pareja conversa en la madrugada. Él es abogado y estudia francés. Ella es periodista y quiere tener un hijo. De repente se oye un ruido en la calle. Están pegando duramente a un chico. Él lo graba con su móvil. También a esa chica que lo golpea en la cabeza con un tacón dorado. El abogado baja a la calle para ofrecer ayuda al chico. Le dice que lo ha grabado todo. Pero el chico no quiere hacer nada. Él piensa que las cosas no pueden quedar así y pone el video en Internet para que la gente identifique a los agresores y el linchamiento no quede impune. Eso desata otro. El que sufre la menor a la que muchos identifican como la chica del tacón dorado.

La justicia no es lo mismo que el sistema judicial. Y los individuos también somos responsables de hacer prevalecer la primera. Partiendo de un caso real, Haz clic aquí explora algunas consecuencias de esas dos afirmaciones. Especialmente en un mundo en el que las cámaras de los móviles y las redes sociales generan la ilusión de la omnisciencia desde el anonimato. En el dossier de la obra José Padilla explica que su intención es mostrar que la verdad nunca se plantea por un solo envés. Y lo consigue al recordarnos que no somos más buenos por detestar a los malos y que es peligroso creer que las intenciones justifican los actos. La agilidad del montaje (planteado como puzle que va componiendo y recomponiendo la información sobre los distintos nodos de esta historia reticular) y la versatilidad de esos cinco actores para desdoblarse en muchos más y mostrarlos en sus entornos (en la oficina del abogado, en el periódico de su novia, dentro y fuera de la discoteca, en la casa de la menor, en los coqueteos de su madre con el ibicenco...) son las bazas principales de una obra con momentos corales estupendos como los parloteos virales en la red o los de las adolescentes en la discoteca. Haz clic aquí nos llega a Avilés desde la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero donde fue bien acogida en los dos últimos otoños. Así que siguen aumentando los aliados madrileños de este Off-Niemeyer. Y seguirán siendo más con los montajes que vendrán en los próximos meses. Entre ellos Sé de un lugar, la estupenda obra de Iván Morales que vimos en la Sala Cuarta Pared en abril del año pasado.