viernes, 2 de febrero de 2024

Cielos

de Wajdi Mouawad. Dirección: Sergio Peris-Mencheta.
una producción de Barco Pirata.
con Marta Belmonte, Jorge Kent, Álvaro Monje, Pedro Rubio y Javier Tolosa.


2 de febrero de 2024. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 110 aprox.

Se prepara un gran atentado. A la Secretaría de Estado para la Defensa la pista Tintoretto le parece demasiado poética. Un criptógrafo de la célula francófona había avanzado mucho en ella a partir del cuadro de la Anunciación. Tanto que, por algún motivo, se suicida. Quien le sustituye encuentra nuevas claves que le llevan a anticipar varios atentados simultáneos en diversas ciudades. Pero se les ordena seguir la pista islamista.  

Todo hombre que mata a otro hombre es un hijo que mata a otro hijo. Lo cantaba Lluis Homar en Cerca de tu casa. Wajdi Mouawad pone en esa frase la clave de las herencias de las guerras del siglo XX que explican el dolor de esos jóvenes del XXI dispuestos a hacer del terrorismo un acto poético. Con Cielos cerró su tetralogía La sangre de las promesas que incluye también Bosques, Incendios (sublime el montaje que vimos en 2017 del gran Mario Gas) y Litoral. Cielos es el texto más contemporáneo de los cuatro. El que, abundando en la reflexión sobre la herencia de la sangre derramada, apunta a los desafíos de la actualidad. Verla en estos días de genocidio en Gaza aún impresiona más. Incluso uno sale pensando hasta qué punto la elección por algunos jóvenes de los museos como nuevos escenarios para algunos atentados de baja intensidad no tendrá algo que ver con lo que aquí plantea Wajdi Mouawad. Por lo demás, es admirable la interpretación escénica que hace Sergio Peris-Mencheta de un texto tan complejo como este. Todo un acierto ese espacio en tres niveles con el jardín de las estatuas y las confesiones en el superior, las celdas para las comunicaciones con las familias abajo y en medio esa sala de trabajo gris sin referencias exteriores en cuyo fondo hay unas texturas rugosas que me recuerdan lo que podría haber hecho Cristina Iglesias a partir de dibujos neuronales de Cajal. Junto a esos tres niveles de aislamiento Peris-Mencheta ha sabido crear la imaginería digital necesaria para que, sin perder teatralidad, podamos seguir los muchos elementos virtuales del entramado narrativo que propone Mouawad. Los cinco intérpretes están impecables en esta obra que exige la tensión del suspense y la intensidad de una poesía que, como dice Mouawad, pretende ser compatible con las matemáticas o el terrorismo. Siento no haber podido ver también Bosques y Litoral. Leyendo la tetralogía (y los magníficos prólogos de Eladio de Pablo) se aprecia la gran calidad de un autor cuyo reconocimiento es bien merecido. Aunque también es muy afortunado con puestas en  escena de sus obras como las de Mario Gas y Sergio Peris-Mencheta, quizá los directores de teatro más notables del panorama español. Esperemos que Sergio esté pronto en plena forma para seguir haciendo tan buen teatro como el que nos ha traído en estos años a Avilés: Continuidad de los parques, Lehman Trilogy, ¿Quién es el señor Schmitt?, Una noche sin Luna, Castelvines y monteses, Ladies Football Club y ahora Cielos. Nos encantará poder aplaudir de forma especialmente cálida lo próximo que dirija. No hay prisa. Le estaremos esperando.

 Programa de mano
Dossier