viernes, 22 de enero de 2021

Una noche sin luna

de Juan Diego Botto. Dirección: Sergio Peris-Mencheta.
Coproducción de La Rota Producciones, Barco Pirata Producciones y Concha Busto Producción y Distribución.
con Juan Diego Botto.

22 de enero de 2021. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 95’ aprox.
 
El propio Lorca repasa ante nosotros su vida y su muerte. Lo hace con el traje y los zapatos de lucir y con el mono azul de La Barraca. Poco a poco va levantando las tablas del escenario en busca de un teatro bajo la arena. Ese por el que no pasa el tiempo.

"Ahí está el público." "Qué pase." Es lo primero que el director  dice al comienzo de El Público. Y esta noche Juan Diego Botto ha comenzado contrariando la invitación de aquella obra magnética con un preámbulo a portagayola en el que ha demostrado no solo lo mucho que el teatro puede llegar a sorprender, sino también lo verosímil que sigue siendo hoy la censura de hace noventa años. A partir de ahí asistiremos a un monólogo memorable. Sin imposturas. En una primera persona lorquiana que hilvana aquel tiempo con el nuestro como si el propio Federico nos estuviera hablando ahora a través de este actor/autor que se revela como su intérprete mas fiable. La escenografía es simplísima. Apenas un plano inclinado de madera que, mientras Federico se afana en levantar las tablas, se va convirtiendo en cualquier cosa, hasta en el barco de Teseo o en una noche sin luna en el barranco de Viznar. El texto, la puesta en escena y la interpretación son conmovedores e impresionantes. De lo primero da muestra ese final que pondrá al público en pie en un largo y merecido aplauso. De lo segundo resultará inolvidable esa mutación de Juan Diego Botto en espectador casposo y antilorquiano que recorre los pasillos del patio de butacas demostrando que los demonios del pasado siguen vivos en el presente. La de esta noche no es la única evocación lorquiana que me ha fascinado ultimamente (tengo bien presente aquella Correspondencia personal que dirigió Juan Carlos Rubio e interpretaron Gema Matarranz y Alejandro Vera, el emotivísimo Leyendo Lorca de Irene Escolar y, por supuesto, el Romancero gitano de Nuria Espert). Pero lo que nos han regalado Juan Diego Botto y Sergio Peris-Mencheta también ha sido memorable.