sábado, 3 de diciembre de 2022

Paraíso perdido

un texto de Helena Tornero (basado en el poema épico Paraíso Perdido de John Milton). Dramaturgia: Helena Tornero y Andrés Lima. Dirección: Andrés Lima
una coproducción del Teatre Romea, Grec 2022 Festival de Barcelona y Centro Dramático Nacional.
con
Pere Arquillué, 
Cristina Plazas, 
Lucía Juárez, Rubén de Eguía, 
Elena Tarrats y 
Laura Font.

3 de diciembre de 2022. Teatro Romea, Barcelona. 100’ aprox.

La caída al infierno, el paraíso y la sombra, la tentación de la serpiente, el pecado original y, finalmente, la expulsión del paraíso. Todo con la confrontación entre un Dios macho y malvado y un Satán femenino y doliente. O entre un Adán ingenuo y malcriado y una Eva que decide saber. 

El poema de Milton magníficamente teatralizado. Y actualizado. En la forma y en la intención. La pugna entre ese Dios que todo lo sabe y esa Satán lucidísima, magníficamente interpretados por Pere Arquillé y Cristiana Plazas, tiene un correlato perfecto en el trabajo de Lucía Juárez y Rubén de Eguía como Eva y Adán. Junto a ellos Elena Tarrats y Laura Font están dulcísimas y cantan como los ángeles acompañando esta doble disputa tan bien entendida por Helena Tornero y Andrés Lima. Todo es soberbio en esta obra con la que venimos por primera vez al Romea y que le saca el mejor partido al texto de Milton sobre las partes más interesantes del Antiguo Testamento, deteniéndose en cuestiones tan centrales como el mal, la culpa y el libre albedrío. Y explorando también las vecindades de todo esto con el teatro (“Y el Hombre creó a Dios. Y Dios creó al Diablo. Y el Diablo creó al Actor”). O presentando un alegato feminista en el monólogo final de Eva que en ningún sitio podría ser más oportuno que aquí, en esta revisión acertadísima  de la expulsión del paraíso y el pecado original. Junto a todo ello, unas interpretaciones extraordinarias, un escenario perfecto (con esas montañas prístinas al fondo que tanto juego le dan a Dios) y un maridaje impecable entre los homínidos kubrickianos y esos Adán y Eva desnudos, hacen de Paraíso perdido una obra imprescindible que debería dar mucho que hablar esta temporada. Así que ha sido un gustazo este reencuentro teatral con nuestra querida Barcelona.