viernes, 27 de mayo de 2016

La respiración

escrita y dirigida por Alfredo Sanzol.
Una producción de La Zona y Teatro de La Abadía.
con Pau Durá, Nuria Mecía, Gloria Muñoz, Pietro Olivera, Martiño Rivas y Camila Viyuela.
 
27 de mayo de 2016. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 100’ aprox.


Tras quince años de vida en pareja, Nagore está sufriendo mucho por su separación. En las noches en que la niña no está con ella la soledad la ahoga. Su madre le recomienda que salga y vea a otros hombres. Así conoce a un profesor de yoga, a un fisioterapeuta y a un preparador físico que tienen relaciones con su madre. Ese grupo entre familiar y fantástico cuidará de su cuerpo y la ayudará a sentir que las relaciones amorosas múltiples y abiertas ayudan a respirar.

Nagore es aquí Alfredo Sanzol. De hecho, él ha dicho que ese habría sido su nombre si hubiera nacido mujer. Así que La respiración es seguramente una comedia catártica. Una historia que comienza con una magnífica descripción del ahogo que produce la soledad del desamor y que continúa con el grato divertimento que nos propone esta fantasía de una promiscuidad casi naif. La respiración me gusta cuando percibo ese aliento onírico que hace tan extraordinarias las obras de Sanzol. Pero en esta me cuesta más encontrarlo. Aunque el texto tiene muchos momentos brillantes, siento que podría ser más intensa la inmersión surrealista en ese grupo de sanadores amorosos que consiguen que Nagore vuelva a respirar. Si fuera más Sanzol y menos comedia creo que La respiración me habría gustado más. Pero quizá esta vez no le venía bien a Alfredo.


sábado, 21 de mayo de 2016

Mis cosas preferidas

escrita y dirigida por Macarena García Lenzi.
con Valeria Giorcelli.

21 de mayo de 2016. Centro Niemeyer (Club), Avilés. 50
aprox. Ciclo Off-Niemeyer.

Brenda recibe en su casa a tres amigas de la adolescencia que hace muchos años que no ve. Nosotros tampoco las veremos, porque en esta obra con cuatro personajes solo hay uno. El de esa mujer con grititos histéricos que parece haberse quedado varada en la adolescencia y que esta tarde quiere recibir a sus amigas para ponerse al día y saber de sus vidas. El encuentro con esos fantasmas la harán enfrentarse a lo que pasó en aquella dramática noche de su juventud.

Nos llega desde Buenos Aires (pasando por La Pensión de las Pulgas) esta maravilla que no es un monólogo aunque en el escenario haya solo una actriz. La también argentina Fernanda Orazi nos enseñó, en aquella extraordinaria inauguración del off del Niemeyer, lo que puede hacer una sola actriz desdoblada en dos personajes gemelos a partir de un texto tan magnífico como La realidad de Denise Despeyroux. Nuria Espert en La violación de Lucrecia y Lluis Homar en Terra Baixa se atrevieron a multiplicarse para encarnar sin imposturas los diversos personajes de esos textos clásicos de Shakespeare y Guimerà. Las comparaciones no son excesivas porque Valeria Giordelli no solo consigue que entendamos enseguida el patetismo de un personaje como el de Brenda, sino que casi veamos y escuchemos a los otros tres con los que habla y no están. Ella no interpreta otros papeles, ni hay recursos para hacernos presentes a esos personajes. Solo el extraordinario manejo de los vacíos y los silencios para dejarles el hueco exacto que precisan en el espacio y en el tiempo. Al mérito incuestionable de Valeria Giorcelli, que se enfrenta al reto más difícil y sale más que victoriosa, le acompaña un texto cuya aparente sencillez esconde sutilezas tan increíbles como que podamos ser conscientes de lo mal que habla un personaje que no habla. Macarena García Lenzi logra que lo que podría parecer (y ya sería mucho) un ejercicio de virtuosismo interpretativo y de experimentación teatral se convierta en la solución perfcta para una historia sobre esos instantes del pasado en los que una vida puede quedar atada a unos fantasmas que, aunque no los veamos, vuelven a existir para Brenda y para nosotros en el radical y triste presente de esa tarde. Así que en esta noche memorable el club teatral del Niemeyer ha vuelto a ser tan porteño (y "bien british") como la casa de este personaje patético y conmovedor. Pero mi debilidad por el teatro argentino no me ciega. Sé que hoy he visto teatro mayúsculo. Ese que hace ver y entender lo que no está. Así son Mis cosas preferidas.

viernes, 20 de mayo de 2016

Tribulaciones del diestro Jorge Moreno Morenito

Dirección y texto: Jorge Moreno.
Producción: Ánimo de lucro.
con Sonia Vázquez, Javi Castro y Jorge Moreno.


20 de mayo de 2016. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 60’ aprox. Ciclo "Hecho en Asturias". Estreno absoluto.


El diestro Jorge Moreno va a torear en una plaza de tercera durante las fiestas patronales de un pueblo español. Pero este año las cosas serán distintas porque el poder municipal lo tienen quienes quieren cambiarlo todo.

Una sátira de los tópicos de los dos lados. Los de la España de la casta y la caspa. Y los de las confluencias de la gente con coleta y sin corbata. La idea es provocadora y sugerente. Y el texto tiene destellos interesantes. Tampoco hay nada que reprochar a los tres actores que están impecables y muy bien conjuntados en este estreno. Pero en las mofas me parece que sobran algunos resortes. Además de ironías sobre tópicos también encuentro tópicos que buscan la risa fácil. Es verdad que al espectáculo no le ayuda nada que desde el patio de butacas los amigos de los intérpretes reaccionen con risas sobreactuadas. Pero a Jorge Moreno esta faena le ha quedado algo discreta. Es más que de aliño, pero está lejos de obras como Alizia 21, Asturiestein o Teatromaquia.

viernes, 13 de mayo de 2016

Hamlet

de William Shakespeare. Dirección: Miguel del Arco.
Producción: Compañía Nacional de Teatro Clásico y Kamikaze Producciones.
con Israel Elejalde, Ángela Cremonte, Cristobal Suárez, José Luis Martínez, Daniel Freire, Jorge Kent y Ana Wagener.

13 de mayo de 2016. Centro Niemeyer (Auditorio), Avilés. 150’ aprox.


Tras la muerte del rey y la boda de su madre con su tío, Hamlet parece haberse vuelto loco. Pero no por el amor de Ofelia, sino por lo que el fantasma de su padre le ha revelado: que quien lo sustituye en el lecho y en el trono es un traidor fratricida. Así que Hamlet deberá cumplir con su deber filial y vengar a su padre matando a su tío.

El extraordinario director de La función por hacer, Veraneantes o La violación de Lucrecia (gran noticia esta semana la del Premio Princesa de Asturias para Nuria Espert) lo ha vuelto a hacer. Miguel del Arco se ha atrevido esta vez con el Shakespeare más célebre y ha salido mucho más que bien parado. Ha hecho un montaje extraordinario para una actualización pluscuamperfecta del clásico más clásico. Casi podría decirse que es el texto de Shakespeare el que está a la altura de un montaje de ejecución exigente, pero de contemplación fascinante. El Hamlet de Miguel del Arco es una propuesta bellísima con un manejo inigualable del poder simbólico de esas luces y esas imágenes proyectadas en unas cortinas que casi nunca están inmóviles. Y todo enmarcado por una estructura contundente que se adapta a todas las escenas y que luce impecable en este gran escenario del Niemeyer en el que tantas obras se empequeñecen. Con solo un mueble en el escenario que puede ser mesa, cama, tumba o cualquier hito que los personajes requieran, Miguel del Arco va componiendo un montaje extraordinario al servicio de una propuesta dramática a la que no cabe hacer ningún reproche. Para ello ha contado con unos actores que han sabido ajustar impecablemente el tono de sus interpretaciones a la (semi)actualización del texto que Miguel del Arco nos propone. Entre ellos destaca Israel Elejalde que ha encontrado el punto justo para este Hamlet que interpreta siempre donde debe, en esa difícil tesitura entre la lucidez desquiciada y la locura reflexiva. Así que ha sido otra noche de teatro memorable. De esas que algunos creen que solo se pueden vivir en los mejores escenarios de las grandes capitales extranjeras. 

domingo, 8 de mayo de 2016

Parking Niemeyer

de Lola Blasco, Antonio Rojano, Juan Pablo García y Juan Montoro Lara. Dirección: Rubén Cano.
con Lola Blasco, Jordi Buisán, Lucía Barrado, Julián Ortega, Emilio Buale, Pietro Olivera, Jorge Basanta, Marta Betriu, Mario Alonso y Jordi Buisán.

8 de mayo de 2016. Centro Niemeyer (Parking), Avilés. 65’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.


Cuatro historias en un parking. Canción de cuna, Contra la ironía de la clase mediaDialogo del barco y la rata y Desnudos por dentro. La primera hace de prólogo compartido. Luego en tres grupos alejados asistimos a las otras que nos van llegando en tres coches.

Esta noche el off del Niemeyer ha sido más underground que nunca (literal y metafóricamente). Y es que este teatro alternativo (conceptual y temporalmente) ha tenido lugar bajo la plaza, en este parking inmenso que esta noche se inaugura como espacio escénico. La primera historia le saca partido existencial a los efectos de las canciones de cuna sobre las culpas y soledades humanas. En la segunda (en el oportuno orden en que nosotros las hemos visto) una pareja habla y nos habla sobre la vida en pareja, sobre las pasiones y las rutinas propias de los trabajos y los días del amor. Y sobre sus efectos en el vaciamiento del lenguaje. En la tercera se encuentran dos mafiosos de película, un negociador y un secuestrador que se conocen desde hace tiempo y tienen cuentas pendientes que ajustarán esta noche. La última historia es la más sórdida e intensa. La del macarra y su colega con perro. Y la de la mujer que cuando va a ser violada elige al perro. Es una historia sobre el sexo salvaje y radical que une a seres periféricos. El ambiente de este parking oscuro y vacío en el que a lo lejos vemos luces y oímos gritos no puede ser más oportuno. Al menos para estas historias fragmentarias de gente en coches.