viernes, 17 de junio de 2016

La flaqueza del bolchevique

de Lorenzo Silva. Adaptación teatral de David Álvarez. Dirección: Adolfo Fernández y David Álvarez.
una producción de Kproducciones.
con Adolfo Fernández y Susana Abaitua.

17 de junio de 2016. Centro Niemeyer (Club), Avilés. 75’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.


Comienza la semana para un hombre maduro y amargado. De camino al trabajo golpea con su coche al de una mujer. Obsesionado con la reacción de ella, en los días siguientes la acecha anónimamente para fastidiarla. Así conoce a su hermana pequeña, una adolescente adorable que le cautiva. Tanto como debió cautivarle la belleza de aquella hija del zar al bolchevique que tenía el encargo de matarla.

Una adaptación impecable la de David Álvarez. Una interpretación perfecta la de Adolfo Fernández. Un monólogo magnífico el suyo con Susana Abaitua (estupenda también) como contrapunto. Es un cuento moral con muchas lecturas (la soledad masculina, el lolitismo, los amores asimétricos...) y formas diversas (hay sátira, hay ironía, hay interpelación al público y hasta hay casi un thriller). También hay críticas más que compartibles en el soliloquio exasperado de este madrileño solitario: la de los opinantes radiofónicos mañaneros, la de la taxonomía laboral (budas, eventuales de mierda y soplapollas) y la del valor del automóvil para el hombre moderno (Ivan Illich dixit).  Pero, tras aparecer esa preciosa venus de Boticelli en versión vasca y delgada, también hay sosiego y dulzura en la forma en que se enfrenta a sus nuevos sentimientos este hombre maduro que, si fuera funcionario, hoy estaría bajo sospecha (algo he dicho del tema en mi blog de educación). De Adolfo Fernández tengo el mejor recuerdo en el papel de policia en aquella serie televisiva que tan excelentes interpretaciones nos regalaba en cada episodio (las suyas, las de Pedro Casablanc, las de José María Pou, las de Toni Acosta...) Ha sido un gustazo ver cómo recibía los aplausos interminables del publico puesto en pie que hoy le agradecíamos (a él, a ella y también a David Álvarez) una obra excelente que cierra otra temporada magnífica en el soberbio off teatral que los asturianos tenemos la suerte de disfrutar en esta sala íntima del subsuelo del Niemeyer.

sábado, 11 de junio de 2016

La estupidez

de Rafael Spregelburd. Dirección: Fernando Soto.
Producción: Feelgood Teatro.
con Javier Márquez, Fran Perea, Toni Acosta, Javi Coll y Ainhoa Santamaría.

 
11 de junio de 2016. Centro Niemeyer (Auditorio), Avilés. 195’ aprox. (con descanso)

Historias cruzadas en un motel de Las Vegas. La de unos policias de carretera, la de unos estafadores de obras de arte, la de un científico histérico, la de dos parejas horteras, la de unos italianos que bailan... Todas bastante estúpidas. Y con el interés común por el dinero.  

Tres horas y cinco actores para venticuatro personajes en un motel de carretera. El ritmo es trepidante. La puesta en escena endiablada. Y el texto tan inmenso que llevaría muchas más horas leerlo. Asistimos a una serie de variaciones sobre la estupidez. Travestida de arte, de ciencia, de música, de relaciones cutres entre gentes corrientes. El entorno parece setentero y rabiosamente americano. Pero los personajes tienen esa radical locuacidad argentina que tanto me gusta en el teatro. Las historias que vemos no son importantes. Ni edificantes. Son solo hilos que se van trenzando en tres horas de teatro exigente y muy arriesgado. Pero también muy divertido y no menos lúcido que banal. La estupidez es una apuesta teatral compleja de la que salen muy bien parados el autor de este texto excesivo y sorprendente, el director de esta comedia exigente y estimulante y, especialmente, esos cinco actores camaleónicos que mutan entre sus personajes a velocidades imposibles.

viernes, 3 de junio de 2016

Humanos / La habitación oscura / Clara

dirigida por Sandro Cordero / de Tenesse Williams. Dirigida por Fernando Rebanal / de Carlos Troyano. Dirigida por Anabel Díez
Hilo Producciones / Rebanal Teatro / Compañía de Teatro Anabel Díez.
con Laura Orduña / con Fernando Rebanal y Chus Samperio / con Pilar García Solar y María Valades

 
3 de Junio de 2016. Teatro Municipal Concha Espina, Torrelavega. 15’ aprox. / 15’ aprox. /
15’ aprox.

Los artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos leídos por una mujer que comienza como conferenciante y termina desquiciada. Un hombre tomando testimonio a una mujer muy pobre cuya hija lleva meses a oscuras en la habitación de al lado. Y una Clara Campoamor octogenaria conversando con la Clara Campoamor republicana sobre lo que un día hizo aquella joven y sobre el legado que deja esta anciana.

En esta breve escapada cántabra coincidimos en Torrelavega con el primer viernes de un ciclo sobre microteatro en el Teatro Municipal Concha Espina. Al modo de los off que más nos gustan en Avilés y en Madrid, las tres obras se representan tres veces ante públicos que se alternan entre tres espacios próximos: una sala de exposiciones aneja al teatro, un vestíbulo de la planta baja y el propio escenario al otro lado del telón. Humanos consigue ser una provocación con tan solo la lectura de una serie de artículos de la Declaración de Derechos Humanos que escuchados hoy parecen utópicos. La habitación oscura es una pieza magníficamente interpretada sobre un hombre que pregunta, una mujer que apenas sabe responder y un perro que casi no se mueve. Por último, Clara es un diálogo bien escrito y sobriamente interpretado entre los dos tiempos de la mujer que defendió con ilusión un derecho y que pudo morir orgullosa de que, gracias a ella, se hiciera real. Así que han sido tres piezas muy gratas de un microteatro muy digno.