Idea original de José María Cámara y Juan Carlos Rubio. Libreto y dirección: Juan Carlos Rubio
Una coproducción de SOM Produce y Teatro Español.
con Diana Navarro, Alejandro Vera y Avelino Piedad.
24 de febrero de 2023. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 95’ aprox.
La primera parte no tiene duende pero sí mucha gracia. Seguramente había bastante sintonía entre Concha Piquer y Rafael de León y aquí también la hay entre Diana Navarro y Avelino Piedad. Los dos están bien cuando ella canta y muy bien cuando él apostilla y ella retala. Con su voz poderosa Diana Navarro va haciendo un repaso musical que a mi me trae a la memoria las coplas que mi madre cantaba como nadie cuando yo aún no iba a la escuela. La función es más musical que teatral pero hasta ahí avanza gratamente. Es cuando llega el personaje de Federico cuando se notan las costuras de ese encuentro no documentado e improbable. Y no porque Alejandro Vera haga nada mal sino por las confianzas que el personaje de Concha Piquer se toma con el de Lorca. Especialmente en ese intercambio de opiniones sobre la situación política de España en un día tan señalado como ese. Nada hay que reprocharle a ella pero mucho menos al poeta que pocas semanas después sería asesinado. Y es que no caben especulaciones sobre el contraste entre la prudencia política de la valenciana frente a la pretendida inconsciencia y exceso de compromiso del granadino. Tampoco es de recibo que algún espectador pueda salir creyendo que Ay voz secreta, el poema que Diana Navarro canta como cierre del espectáculo, pudo ser escrito por Lorca para Concha Piquer cuando es uno de los Sonetos del amor oscuro que estuvieron casi medio siglo perdidos y que publicó el ABC hace ahora casi cuarenta años. Cuando se cumplían cincuenta de la muerte del poeta, Amancio Prada les puso música maravillosa y algunos pudimos disfrutar de aquellos inolvidables conciertos que dio en el María Guerrero acompañado por Pedro Iturralde y Agustín Serrano. Aquellos sonetos, que iban dedicados a quien había de morir justo en el día en que hacía un año del asesinato de Lorca, no merecen que alguien pueda creer ahora que Ay voz secreta fue escrito a mayor gloria de Concha Piquer (y vicariamente de Diana Navarro). Son cosas que pasan en este trimestre en que la programación escénica del Palacio Valdés se ha vuelto más musical que teatrera.