autoría: Joan Yago. Dirección: Joan Maria Segura Bernadas.
una producción de Sala Trono con la colaboración de Sala Muntaner.
con Anna Moliner y Joan Negrié.
22 de junio de 2024. Centro Niemeyer (club), Avilés. 70’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.
Noelia y Santi acaban de llegar a un pueblo en fiestas que les ha contratado para una función musical. Los camerinos del teatro están inundados, así que, mientras se van preparando en el escenario, empiezan a discutir sobre la vida que llevan. Sus sueños de vivir de la música se han acabado convirtiendo en ir tirando y malvivir. Y ahora que él sufre la crisis de los cuarenta ella es consciente de que siguen viviendo juntos solo porque han vivido juntos hasta ahora.
Cuando llegamos a la sala ya están Anna Moliner y Joan Negrié en un escenario abarrotado de trastos. Con nuestras propias conversaciones no escuchamos las suyas, pero parece que hablan de sus cosas e intentan llamar a alguien con el móvil. El responsable del teatro pasa un momento para hacer las pruebas de sonido y de luces. A Santi no le gustan nada los colorines de los focos y así empieza una discusión entre él y Noelia sobre muchas cosas. Sobre lo que les acaba de pasar con el coche en el pilón, sobre los éxitos del imbécil de Peter Lou con el que Santi había empezado en la música, sobre sus sueños de comprarse una moto y recorrer Estados Unidos y, sobre todo, sobre la relación entre los dos. Santi es el que se queja, pero Noelia es la que sabe expresar lo que les pasa. Todo va sucediendo ante nosotros con una naturalidad y una hondura que nos hace olvidarnos de que estamos en un espacio escénico, de que ellos son intérpretes y nosotros ese público que aún no ha entrado para ver su popurrí musical. Así que Anna Moliner y Joan Negrié son mucho más que intérpretes de una función dentro de otra función, son verdaderos hermeneutas existenciales que mientras se van vistiendo en ese espacio vacío, aparentemente abarrotado, consiguen desnudar y especular (poner un espejo) sobre la relación de pareja. De hecho, ese momento en que, ya vestidos para la función musical, se sientan y nos miran componiendo la imagen clásica de la fotografía matrimonial, expresa el alto voltaje emocional y reflexivo de esta indagación sobre la pareja en la que, sin embargo, parece que asistiéramos a una divertida comedia. Para terminar nos regalan su función musical, esos extraordinarios minutos en que cantan y bailan como nadie para convertirnos en esos cien o doscientos espectadores de pueblo que, mientras ellos discutían, esperaban para entrar. You say tomato es una experiencia sublime que le debemos a la excelente dirección de Joan Maria Segura Bernadas, a ese genio de la dramaturgia llamado Joan Yago (hace un año tuvimos aquí otras dos joyas suyas producidas con La Calórica: Fairfly y Las aves) y a estos dos magos de la sintonía hiperrealista que son Anna Moliner y Joan Negrié (ella estrenó hace cuatro meses en el Palacio Valdés Un delicado equilibrio con aquel magnífico personaje adolescente de Albee). Y, por supuesto, se la debemos también al trabajo tenaz y atinado en la composición de una programación escénica de excelencia, bien reconocido desde hace décadas en nuestras salas grandes, y que expresa un virtuosismo impagable en la gestión de este off con el que en Avilés disfrutamos de lo mejor que se puede ver en las salas de teatro independiente de Barcelona o Madrid. Hoy se cierra una nueva temporada en este club teatral del Niemeyer que inauguró Fernanda Orazi en 2013 con La realidad de Denise Despeyroux y que ya ha superado el centenar de joyas de pequeño formato representadas aquí. Mis reseñas han querido ser un modesto testimonio de su calidad. Así que a partir de septiembre, volveremos al off. A seguir disfrutando del teatro más grande en formato pequeño en los bajos de esta plaza brasileña que se asoma al Cantábrico.