sábado, 20 de noviembre de 2021

Lope y sus Doroteas

de Ignacio Amestoy. Dirección: Ainhoa Amestoy
con Ernesto Arias, Lidia Otón, Nora Hernández y Daniel Migueláñez.

20 de noviembre de 2021. Centro Niemeyer (auditorio), Avilés. 105 aprox.

Lope de Vega creando y recreando. Lo vemos con su querida Lorenza y con su hija Antonia Clara repasando lances de sus obras y también de su vida. Asistimos a la gestación de aquellas (sobre todo La Dorotea) y al paso de esta. Todo entreverado como en una autoficción en la que tienen el mayor protagonismo sus queridas mujeres. Y es que cuando Lope quiere, quiere. 

A Ignacio Amestoy tuve la suerte de escucharlo en la magnífica conferencia sobre la dramaturgia biográfica  que dio en el ático del Palacio Valdés en el III Escuela de Verano  que organizó en septiembre la Academia de las Artes Escénicas de España. Por eso no me ha extrañado la erudición con que ha trenzado este alegre repaso a Lope, a su vida y a su teatro. Pero no es solo mucho conocimiento lo que contiene esta magnífica obra, también hay mucho saber hacer en el trabajo de Ainhoa Amestoy para que esta construcción escénica de una reconstrucción biográfica resulte tan fascinante. Y en ello tienen un papel primordial los cuatro intérpretes que no solo dicen con mucha chispa un texto trepidante sino que se mueven con armonía en las deliciosas coreografías que van trufando esta obra que tuvo que aplazarse dos veces y que se une a las magníficas reivindicaciones de Lope de Vega que hemos podido disfrutar este año en Avilés (Querella de Lope y las mujeres y Castelvines y Monteses) y en Almagro (El animal de Hungría).

sábado, 13 de noviembre de 2021

Chicas y chicos

de Dennis Kelly. Dirección: Lucía Miranda
con Antonia Paso.

13 de noviembre de 2021. Centro Niemeyer (auditorio), Avilés. 80 aprox. Ciclo Off-Niemeyer.

Una mujer nos habla de sus experiencias amorosas, de cómo conoció al hombre con el que tuvo dos hijos. Y de cómo los perdió y de lo que siente ahora.

Un monólogo arrebatador. Al principio el tono es el de una comedia chispeante con una mujer que nos confiesa con mucha ironía sus excesos amorosos y sus afanes profesionales. Luego hay evocaciones precisas sobre lo que significa cuidar a dos niños y también escenas de un matrimonio que naufraga. Y en el último tramo llega la tragedia. La de un crimen tan terrible como el de Medea pero visto desde el punto de Jasón, si Jasón fuera mujer y fuera madre. La adaptación del texto de Dennis Kelly es admirable. También resulta perfecto ese espacio escénico con dos paredes ortogonales, un hueco propicio para las sombras y esa arena circundante que facilita las evocaciones. Y, por supuesto, es magnífico el trabajo de Antonia Paso que consigue no solo componer los momentos eufóricos de un personaje siempre lúcido sino también esas escenas vivísimas de sus relaciones con los demás, como el encuentro en el aeropuerto con su futuro marido o las conversaciones cotidianas con los niños. Pero su trabajo se hace sublime en el tramo final de la obra, cuando el silencio es absoluto en el patio de butacas por lo mucho que aprietan los nudos en las gargantas. Después de hacernos sonreír, Antonia Paso consigue dejarnos al borde del llanto colocándonos al lado mismo de un personaje que ha vivido el mayor horror imaginable. Chicas y chicos nos llega desde el añorado ambigú del Pavón Kamikaze, por tanto, su calidad y pertinencia para este off del Niemeyer estaban garantizadas. Así que ha sido otro eslabón memorable en la programación exquisita de ese teatro grande en formato pequeño que, superados los peores momentos de la pandemia, volverá pronto a su lugar natural bajo el auditorio.

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Black Friday

escrita por Rosa Espina. Dirección: María Piquero.
U
na producción de Piquero Producciones Teatrales.
con Álvaro Celemín, Pedro Fernández y María Piquero.

10 de noviembre de 2021. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 60’ aprox. Ciclo "Hecho en Asturias".

Un hermano, una hermana y también una abuela que está siempre fuera de escena. La abuela solo pide sus pastillas y una cuña. El hermano vive varado en el sofá al mando de los mandos del videojuego. Y la hermana atiende consultas telefónicas con las que (no) gana dinero. A ese hogar confinado llega un vendedor de esperanzas religiosas que se acabará sincerando.
 
Lo  que vemos se nos presenta como la grabación televisiva del enésimo capítulo de una telecomedia. Así, las risas enlatadas jalonan los diálogos sin que nos sintamos obligados a reír ni incómodos por no hacerlo. Hay cierta intención testimonial en este retrato irónico de unos jóvenes para los que el presente está detenido y el futuro postergado. Pero lo que domina es más bien la gracieta con gracia limitada. Eso sí, los tres intérpretes están impecables con un manejo del ritmo y el gesto más que notable. 

viernes, 5 de noviembre de 2021

Castelvines y Monteses

de Lope de Vega. Dirección y adaptación: Sergio Peris-Mencheta.
Producción: Compañía Nacional de Teatro Clásico y Barco Pirata
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con Aitor Beltrán, Paula Iwasaki, Xoel Fernández, Óscar Martínez-Gil, Andreas Muñoz, Xabi Murua, Natxo Núñez, María Pascual, Gonzalo Ramos, Ignacio Rengel, Jùlia Roch, Cintia Rosado, Almudena Salort.

5 de noviembre de 2021. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 150’ aprox.

Julia es de los Castelvines y Roselo de los Monteses. Así que deberían llevarse igual que sus familias: como el perro y el gato. Pero no.  Ella y él se aman apasionadamente. Y también hacen buena pareja algunos amigos de él con algunas amigas de ella. Así que con su ayuda van tramando encuentros y hasta una boda. Pero sus planes no tienen nada que ver con los de sus padres, de modo que la cosa se irá complicando.

Los amantes de Verona según Lope de Vega y Sergio Peris-Mencheta. Los dos han conseguido que esta obra sea muy atractiva para cualquier público. El primero demostrando que los enredos bien trabados del Siglo de Oro siguen siendo mejores que muchas historias serializadas que abducen a ciertos públicos del siglo XXI. El segundo aliándose con él y convirtiendo en musical italiano su texto sobre los amantes veroneses. Después de estrenar aquí su extraordinaria Lehman Trilogy estaba seguro de que Sergio Peris-Mencheta no nos iba a defraudar con esta obra total que inicialmente también se había programado para estrenarse en el Palacio Valdés en fechas que luego resultaron confinadas. Tres jornadas separadas por dos intermedios hilarantes (se bajó el telón pero nadie pudo dejar su butaca) estructuran una obra que es un musical ambicioso en el que trece artistas cantan, tocan instrumentos y se mueven con sintonía en un escenario en el que hay un pedestal giratorio y dos muros móviles por el que estos jóvenes veroneses trepan, saltan y hacen requiebros. Castelvines y monteses es una fiesta escénica que quizá tenga menos profundidad y corra menos riesgos que aquella inaudita Lehman Trilogy pero que se sitúa en un nivel de excelencia que para si quisieran muchos de los musicales franquiciados que se perpetúan en los escenarios madrileños. Aunque hay momentos más convencionales que recuerdan a los musicales americanos, la mayor parte de estas dos horas y media de fiesta barroca están hechos a partir de textos clásicos españoles, deliciosas canciones italianas y de esa creatividad explosiva, marca de la casa del Barco Pirata, que  hace que todos los intérpretes se muevan, canten, bailen, toquen, se toquen, se interpelen o se interrumpan con un dinamismo electrizante. Así que, con el aforo del Palacio Valdés por fin completo y con el público puesto en pie al terminar la obra, por un momento parecía que estábamos en la noche del estreno y que nunca había habido ningún confinamiento. Ojalá que nunca más lo haya y que pronto volvamos a ver a Sergio Peris-Menchera y a sus piratas estrenando en el Palacio Valdés una nueva obra.

Programa de mano