viernes, 24 de junio de 2022

Los santos inocentes

Autor: Miguel Delibes. Versión: Fernando Marías y Javier Hernández-Simón. Dirección: Javier Hernández-Simón.
GG Producción Escénica y Teatro del Nómada

con Javier Gutiérrez, Pepa Pedroche, Yune Nogueiras, José Fernández, Fernando Huesca, Luís Bermejo, Raquel Varela, Jacobo Dicenta, Marta Gómez.

24 de junio de 2022. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 140’ aprox.

Paco el Bajo y Régula vuelven de La Raya al cortijo. Vienen con el Quirce, la Nieves y la niña chica. También llegará Azarías y su milana bonita.

Era imposible. Sucede pocas veces que una obra maestra de la literatura inspire una obra cumbre en la historia del cine y que cada una de ellas haga aún más grande a la otra. Por eso es tan complicado llevar al escenario Los santos inocentes, una historia de poética sutil y contenido hiperrealista. Y aún más difícil si los espectadores tenemos reciente la película (la han vuelto a poner hace poco en televisión con motivo de la muerte de Juan Diego) o hemos vuelto a leer la novela (yo lo hice esta semana). Pero tampoco a quienes no hayan visto la película de Camus (¿habrá alguien?) o no hayan leído la novela de Delibes les resultará ajena esa milana bonita que hasta da nombre a una asociación reivindicativa extremeña. El primer problema de llevar la obra a las tablas es el lenguaje: ¿ser fiel a Delibes y a la forma de hablar entre Zafra y La Raya o adoptar un ruralismo canónico que solo resultará convincente a los urbanitas para los que el campo es un destino turístico? El segundo problema, aún más complejo, es el reto de los actores: ¿cómo ser Azarías, Paco el Bajo o el señorito Iván obviando a Paco Rabal, a Alfredo Landa o a Juan Diego? Y lo mismo para los demás personajes e intérpretes, cuyos modos, gestos y palabras están en la memoria todos. Este segundo reto era prácticamente insuperable (como lo es cantar los poemas de Machado o de Miguel Hernández intentando separarse de Serrat). Pero aún así hay que decir que los intérpretes han hecho un trabajo muy digno porque han tenido que vérselas, en cada frase y en cada gesto, con la comparación que el espectador hace en su mente con aquellos trabajos inconmensurables. Pero lo que más me chirría es el intento de completar a Delibes con actualizaciones tópicas de los personajes de Nieves y de Purita, haciendo de esta la mujer maltratada del pasado y de aquella la mujer liberada del futuro. En todo caso, esta obra quizá sirva para que se vuelva a ver la película o a leer el libro. Y eso no es poco.

viernes, 17 de junio de 2022

Ir a Saturno y volver

Dramaturgia: Marta Barceló. Dirección: Núria Vizcarro.
Una producción de Cultural-Ment
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Marga López.

17 de mayo de 2022. Centro Niemeyer (club), Avilés. 70’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.

Rosa se despide de sus alumnos del instituto. Tiene un cáncer de mama y le espera un tratamiento complicado. Como un viaje a Saturno del que tiene que volver.

Rosa nos cuenta las etapas del viaje. La forma en que reaccionaron los alumnos cuando se lo dijo. Aquel otro viaje a Logroño en el que no se atrevió a decírselo a su madre. La deliciosa ingenuidad de sus hijos que resultó tan reconfortante. Y el apoyo de las mujeres con las que compartió salas de espera, miedos y esperanzas. La forma en que Marga López evoca todo eso hace que casi veamos a Fede, el alumno algo bruto que acabó siendo como de la familia. A la madre amorosa con sus ironías impagables. A los niños que bromean con lo bien que les sienta la calva a los astronautas. Y por supuesto a Ester y las demás compañeras del viaje a Saturno. Entre el público seguro que muchos teníamos en mente otros nombres para Rosa y otras circunstancias para el mismo viaje. Incluso es posible que esta noche no hayan querido venir aquellos a los que este tema se les hace insoportable. Ir a Saturno y volver es un estupendo monólogo que solo tiene un problema. Que lo vemos pocos meses después de Sí, a todo.

miércoles, 15 de junio de 2022

Cine María Cristina

Dramaturgia y dirección: José Troncoso.
Producción: El Callejón del Gato
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on Ana Eva Guerra, Beatriz Canteli, Borja Roces.

15 de junio de 2022. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 65’ aprox. Ciclo "Hecho en Asturias".

Doña Consuelo no se quiere poner nostálgica. Es la dueña del cine María Cristina que acaba de cerrar en Gijón. Esta noche se encuentra con los espectros y recuerdos de quienes habitaban aquella sala.

Con la solvencia propia de El Callejón  del Gato asistimos a esta evocación nostálgica por más que doña Consuelo no lo quiera. Y así vemos a los personajes del viejo ecosistema cinematográfico que reviven la intensidad de aquellos tiempos en los que el cine se veía en los cines y en las ciudades había muchos. Los personajes hablan con la frescura propia de las frases hechas en versión asturiana y se mueven componiendo estampas evocadoras. También las de esa parte final en la que los vemos en la pantalla volviendo a la calle Corrida y encontrando una tienda de bragas donde antes estaba su cine. De todas formas, la evocación no debe ser derrotista. Es verdad que los cines clásicos ya no están, pero ayer vi una película en la Casa de la Cultura y mañana veré otra en el Niemeyer (curiosamente también sobre el propio cine). Y hoy mismo he publicado en Cuadernos de Pedagogía un artículo en el que reivindico el arte de esculpir en el tiempo. Así que, como dice doña Consuelo, no nos pongamos nostálgicos.

viernes, 10 de junio de 2022

Variaciones enigmáticas

de Eric-Emmanuel Schmitt. Versión de Alberto Iglesias. Dirección: Román Calleja.
Producción: Palco Tres.
con Juan Gea y Alberto Iglesias.

10 de junio de 2022. Centro Niemeyer (auditorio), Avilés. 100’ aprox.

Erik Larsen llega  a una isla noruega  en la que vive ajeno a todo Abel Znorko, un premio Nobel de Literatura que acaba de publicar en libro con las cartas de amor que intercambió con una mujer. El motivo de la visita es hacerle una entrevista para un periódico provinciano. Aunque la verdadera razón es otra. Y es que la mujer de la que el escritor se separó hace doce años y con la que, desde entonces, mantuvo una apasionada correspondencia era la esposa de Larsen. Y falleció hace diez.

Durante buena parte de la obra las variaciones no son tan enigmáticas. De hecho, vamos intuyendo lo que cada uno de esos hombres esconde o ignora antes de que se revele. Es verdad que en el tramo final la cosa se acelera y cobra cierto interés la pregunta sobre si el amor puede mantenerse por correspondencia o si, en tal caso, sería posible obviar el sexo de los amantes epistolares. Pero es poco aliciente para una obra a la que no le ha sentado muy bien el paso del tiempo. Ni siquiera con ese subtexto sobre la homosexualidad que quiza explica por qué se representa ahora.