sábado, 16 de octubre de 2021

El viento es salvaje

Texto y dirección: Ana López Segovia.
U
na producción de Las Niñas de Cádiz.
con Alejandra López, Teresa Quintero, Rocío Segovia, Ana López Segovia .

16 de octubre de 2021. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas. 75’ aprox.

Dos amigas que son como hermanas. La Vero y Mariola. Pero también Fedra y Medea. Una tiene toda la suerte que a la otra le falta. Pero la que nació con estrella le pide cuentas a ese dios que creó a la otra estrellada. Y el buen dios (o el dios juguetón) le hace caso a la Vero cambiando las tornas en su propia casa. Así que el acogimiento fraterno a Mariola provocará que la Vero se quede sin marido y sin hijo porque los dos quedarán abducidos por quien antes era tan desafortunada. Así que a Medea no le quedará más remedio que matar a lo que más quiere su marido.

Como un levante gaditano Las Niñas de Cádiz han conseguido esta noche levantar al público del Valey. Primero levantaron el ánimo con risas reiteradas durante la hora y cuarto que dura un espectáculo que se toma en serio las chirigotas y le toma el pelo a los clásicos. Y al final consiguieron que los cuerpos también se levantaran porque nadie quería aplaudir viéndole la espalda al de delante. El viento es salvaje es un buen título para el trabajo de estas cuatro actrices que también son salvajes. Lo son en la radicalidad de su apuesta rimada y desternillante, velocísima y lúcida, que está hecha con mimbres meridionales y retales de clásicos. Que lo primero que se oiga en esta obra sea el canto de un canario y que el paterfamilias sea tan devoto de ellos que, en una escena impagable, la Vero acabe haciéndoles lo que Medea hizo con sus hijos, ya me pone a favor de una propuesta gamberra y gaditanísima en la que las mismas actrices me hacen ver a Fedra, a Medea, a una prima peliculera, a un adolescente apantallado y a un marido berraco. Así que ha sido una noche de teatro intenso, femenino, plural, hilarante y delicioso a cargo de estas actrices superlativas que seguro que tras la función se lo habrán pasado muy bien tomándose unas sidras. Nosotros esperamos que vuelvan pronto, como esperamos siempre con alegría el regreso de nuestros amigos del sur.

viernes, 15 de octubre de 2021

Tu mano en la mía

de Carol Rocamora a partir de las cartas de Antón Chéjov y Olga Knipper. Dirección Santiago Sánchez.
Producción: L’OM-Imprebís.
con Rebeca Valls y José Manuel Casany.

15 de octubre de 2021. Centro Niemeyer (auditorio), Avilés. 80 aprox. Estreno absoluto.

Los seis años de relación entre Olga Knipper y Antón Chéjov en más de cuatrocientas cartas que Carol Rocamora ha convertido en diálogos posibles entre dos seres a los que unió el teatro. Primero los vemos como actriz apasionada y autor prestigioso que se conocen en unos ensayos. Luego las cartas enamoradas entre Moscú y Yalta se suceden antes y después de su matrimonio secreto. Es una correspondencia intensa en la que hay complicidad, ternura, pasión y también dolor. Los dos seguirán escribiéndolas hasta el final. Y ella también después.

Un estreno magnífico. Por el impecable texto de Carlos Rocamora, por la sobria dirección de Santiago Sánchez y por las estupenda complicidad entre Rebeca Valls y José Manuel Casany. Lo que vemos está justo a medio camino entre el intercambio epistolar y el diálogo. Sabemos que entre Yalta y Moscú hay casi dos mil kilómetros, pero la forma en que Carol Rocamora ha destilado las cartas y Santiago Sánchez las ha puesto en escena hacen que entre los corazones de Chéjov y su amada no haya más distancia de la que hay en el escenario entre Rebeca Valls y José Manuel Casany, dos intérpretes que esta noche han estado fantásticos. Tu mano en la mía es una hermosísima historia de amor, de dolor y de gloria. Una evocación deliciosa sobre la trama que une los últimos años de la vida del autor de La gaviota, Tres hermanas y El jardín de los cerezos con la gestación de esas historias. En el tramo final de la obra me acordé de Tres rosas amarillas, el magnífico cuento de Carver cuya lectura es un buen complemento de esta obra. Después del Pedro Páramo que vimos hace dos semanas en el Palacio Valdés y de este estreno de hoy en el Niemeyer no empieza nada mal la temporada teatral en este otoño que ya casi parece postpandémico.

Programa de mano

jueves, 7 de octubre de 2021

Tan noble reina como eres

Escrita y dirigida por Jorge Moreno.
U
na producción de Luz de Gas.
con Mayra Fernández y Manu Lobo.

7 de octubre de 2021. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 65’ aprox. Ciclo "Hecho en Asturias". Estreno absoluto.

El posible encuentro en Tordesillas entre la reina Juana y Juan de Padilla. Ocurrió hace quinientos años y quizá pudo tener el triste dramatismo del fracaso de un comunero que buscaba en la reina el baluarte para preservar la dignidad de Castilla. Finalmente solo encontró a una mujer enamorada que vivía confinada hasta el enajenamiento.

Sobriedad y contención. Esa parece ser la divisa de Jorge Moreno en su interpretación de aquel posible encuentro. Mayra Fernández y Manu Lobo están muy bien no solo cuando dicen sus textos sino cuando escuchan los del otro. Tan noble reina como eres es una obra que avanza sin apenas acción porque de lo que se trata es de hacer de la evolución de los gestos algo no menos importante que el intercambio de las palabras. Bien iluminada con unos claroscuros sobrios y elegantes, los personajes se nos presentan con ademanes cercanos al hieratismo y con movimientos tan sosegados que casi no se perciben. Y eso da la mayor relevancia a los rostros en la escucha y a los ojos que revelan lo mucho que ella no entiende y lo poco que él consigue. Hay tristeza y lentitud en una obra que seguramente resultará tediosa para muchos públicos. Pero es precisamente la elegancia minimalista de una evocación contenidísima lo que ha pretendido y conseguido Jorge Moreno en un trabajo muy atinado en la escritura y en la dirección. 

Programa de mano

sábado, 2 de octubre de 2021

Pedro Páramo

Autor: Juan Rulfo. Dramaturgia: Pau Miró. Dirección: Mario Gas.
U
na producción de Teatro Romea, Teatro Español y Grec 2021.
con Vicky Peña y Pablo Derqui.

2 de octubre de 2021. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 100’ aprox.

Tras la muerte de la madre, el hijo cumple la promesa que le hizo de buscar al padre. El hijo es Juan Preciado y vuelve a Comala para encontrar a Pedro Páramo. El lugar está vacío pero sigue habitado por los espectros. Ellos le darán noticia de quién fue su padre y de lo que hizo en aquel pueblo.
 
No podíamos estrenar mejor el abono del otoño (en fila 9 butacas 9 y 11) que con esta monumental historia que parecía imposible que pudiera ser llevada a un escenario. Pero durante algo más de hora y media Mario Gas consigue que el nuestro esté habitado por los fantasmas de tantas gentes como han sido capaces de encarnar (nunca mejor dicho) dos intérpretes tan impresionantes como Vicky Peña y Pablo Derqui. A ella ya hacía tiempo que no la veíamos en Avilés (en diciembre de 2013 nos trajo aquel trabajo sublime que fue El diccionario y en agosto de 2014 estrenó aquí con Mario Gas El largo viaje del día hacia la noche). De él es imborrable el recuerdo de aquella noche de  julio de 2017 en Mérida en la que le vimos hacer del Calígula de Albert Camus. Mario Gas consigue en este Pedro Páramo que el escenario se convierta en Comala haciendo que no quepa imaginar mejor recreación de ese espacio habitado por los muertos que marcó la historia de la literatura en esta lengua desde el país que ha hecho tan familiar la relación con ellos. La definición del espacio escénico, el movimiento de esas estructuras tan espectrales y tan eficaces, una música y una iluminación impecables y unas imágenes proyectadas en el fondo que llevan la marca maestra del gran Mario Gas hacen que podamos disfrutar al máximo con las poderosas interpretaciones entreveradas de Vicky Peña y Pablo Derqui. Disfrutar escuchando sus voces impecablemente moduladas para cada uno de los muchos personajes y viéndolos moverse con naturalidad espectral por ese espacio escénico radicalmente comalteco. De modo que salimos del teatro con ganas de volver a leer la compleja novela de Juan Rulfo y estoy seguro de que, tras hacerlo, tendríamos muchas ganas de volver a este Comala escénico. A veces uno lamenta que solo podamos tener una función.