domingo, 14 de agosto de 2022

Los Dioses y Dios

Reflexión libre a partir de “Antifrión”, de Plauto. Versión y dirección: Rafael Álvarez.

Una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y la Compañía de Rafael Álvarez, “El Brujo”.
con
Rafael Álvarez, “El Brujo”.

14 de agosto de 2022. Ruinas de Cáparra. 68º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Cáparra. 85’ aprox.

El Anfitrión de Plauto comentado por El Brujo. Con la irreverencia surrealista que le caracteriza. Hablando sin ton ni son de lo divino y de lo humano. De lo universal y lo local. Y haciendo sátira de todo dios.

El Brujo es un género en si mismo. Con él es completamente cierto que cada función es irrepetible. En Cáparra se mete con Mérida y le saca mucho partido a la demora del comienzo. La conexión con el público es inmediata porque su habilidad monologuista es distinta y anterior a la aparición de esa estirpe televisiva. Su genealogía tiene que ver más bien con los juglares medievales y los comediantes del Barroco. Su casa son los clásicos pero su despensa está llena de presente. Por eso se hace tan corta esta hora y media en la que casi da igual que nos hable de Plauto, de la ópera o de los murciélagos que le han acompañado esta noche.

sábado, 13 de agosto de 2022

Las suplicantes

Versión libre de Silvia Zarco sobre las obras homónimas de Esquilo y Eurípides. Dirección: Eva Romero.

Una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Maribel Mesón.
con
María Garralón, Juan Ant. Mancha, Carolina Rocha, Rubén Lanchazo, Cándido Gómez, Laura Moreira, Nuria Cuadrado, Maite Vallecillo, Eduardo Cervera, Javier Herrera. Voz Diosa: Luisa Gavasa.

13 de agosto de 2022. Ruinas de Cáparra. 68º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Cáparra. 85’ aprox.

Las suplicantes de Esquilo son un grupo de mujeres que huyen de los egipcios que pretendían casarlas contra su voluntad. Conducidas por su padre llegan a Argos para pedir protección al rey que, tras consultar con su pueblo, decide ayudarlas. Las de Eurípides son las propias mujeres argivas las que piden ayuda a Teseo, rey de Atenas, para que interceda ante los tebanos y les permita recuperar los cuerpos de sus hijos muertos en la guerra. 

Silvia Zarco combina muy bien las dos historias y Eva Romero tiene el acierto de convertirlas en una tragedia coral en un escenario sobrio que aprovecha al máximo la fuerza visual de este arco bimilenario en una noche en la que hasta la luna naciente parece querer ayudar a las suplicantes. La obra es sobriamente coreográfica y visualmente poética. Además consigue algo tan difícil como evocar temas intemporales (el auxilio a los refugiados, la libertad sexual de las mujeres, la memoria, el duelo y el derecho a dar sepultura a los muertos) sin caer en lugares comunes ni en tópicos edificantes. Así que, tras el desastre de anoche, las piedras de Cáparra, y especialmente las de su arco, recuperan su magnetismo como punto de fuga capaz de cautivar la atención ante los dramas más clásicos. El de las suplicantes quizá parezca marginal en la literatura griega, pero en esta magnífica noche no ha podido ser más central, conmovedor y pertinente.

viernes, 12 de agosto de 2022

Mercado de amores

de Plauto. Versión de Eduardo Galán. Dirección: Marta Torres.

Una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida Festival de Mérida, Secuencia 3, Saga Producciones, Teatro de Malta, Summum Music y Hawork Studio.
con Pablo Carbonell, Victor Ullate Roche, Ania Hernández, José Saiz, Francisco Vidal / Javier Ortiz, Esther Toledano / Leyre Juan.

12 de agosto de 2022. Ruinas de Cáparra. 68º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Cáparra. 100’ aprox.

Erotía vuelve con su esclavo Carino a Roma donde la espera su padre Pánfilo. Ella quiere casarse con Carino y para conseguirlo se le ocurre disfrazarlo de esclava y llamarlo Carina. El problema es que Pánfilo queda prendado de ella y quiere comprársela.

Pablo Carbonell no se mete en su personaje. Más bien hace de Pablo Carbonell haciendo de un rico y rijoso mercader romano. El resto del elenco también viene bien surtido de esos resortes que activan la risa de un público muy dispuesto. Y es que un borracho, un travestido, una chica desenvuelta y unos maduros salidos pueden ser suficiente para que se establezca ese extraño pacto según el cual los intérpretes harán muchas chorradas y el público les reirá las gracias. Poco importa que la iluminación sea plana, la dirección sonrojante y el decorado parezca querer ocultar el arco de Cáparra. Casi mejor. Así puedo olvidarme de que estoy aquí viendo esto.

jueves, 11 de agosto de 2022

Hipatia de Alejandría

Dramaturgia: Miguel Murillo y Pedro A. Penco. Dirección: Pedro A. Penco.

Una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y De Amarillo Producciones.
con Silvana Navas, Rafael Ortíz, Antonio M.M., Alberto Puerto, Paca Velardíez, Chema Pizarro, Juan Carlos Tirado, Francis Lucas, Gema González.

11 de agosto de 2022. Ruinas de Cáparra. 68º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Cáparra. 110’ aprox.

Hipatia hereda del sabio Teón el ansia por conocer y la voluntad de dudar. Apasionada por la astronomía y las matemáticas renuncia al amor y se entrega al cultivo del saber y a su cátedra. Hasta que las hordas del obispo Cirilo la asesinan.

Comienza esta nueva edición de la extensión del festival de Mérida en Cáparra con la luna en el perigeo y noche de perseidas. De modo que esta Hipatia de Alejandría no podía estar mejor acompañada en este hermoso cielo extremeño: la luna ascendiendo sobre el arco, Saturno un poco a la izquierda y Júpiter asomando sobre las montañas que separan los valles del Ambroz y del Jerte. De modo que aún cobra mayor significado ese coro de cinco giróvagos que representan a los cinco planetas conocidos cuando vivía Hipatia o cuando se construyó este arco. La escenografía es sencilla para dar el mayor protagonismo a un relato que reivindica las luces de la razón frente a la intransigencia. Un conflicto que, por lo demás, sigue muy vivo todavía hoy, como estamos comprobando en este verano en que las terribles evidencias del cambio climático comparten espacio en los informativos con la encendida defensa de las luces en los escaparates de la ardorosa Cirila madrileña. Sin embargo, la apuesta ilustrada y feminista que vertebra esta obra pierde fuerza al estar protagonizada por una Hipatia (quizá demasiado joven) que se presenta más como hija y mujer amada que como sabia respetada a la que asesinaron cuando tenía sesenta años Por lo demás, el relato de sus contribuciones astronómicas incurre en errores (también presentes en la película de Amenábar) como el descubrimiento, más de mil años antes que Kepler, de la forma elíptica de las órbitas planetarias. En todo caso, resulta oportuno y meritorio este homenaje a una mujer que demostró lo mucho que aportaron (o que podrían haber aportado) las mujeres a la historia de la ciencia. Y también lo dañinos que han sido los Cirilos de todos los tiempos.

domingo, 7 de agosto de 2022

Pesadilla de una noche de verano

escrita y dirigida por Jesús Manchón a partir del clásico de William Shakespeare.

una coproducción de Escenamateur (España) y Universidad Nacional de las Artes (Argentina).

7 de agosto de 2022. Plaza de la Corredera, Alcántara. 36º Festival de Teatro Clásico. 90’ aprox.

Dos compañías de jóvenes teatreros están ultimando (quizá sea mucho decir) los ensayos de El sueño de una noche de verano. Unos intérpretes son argentinos y otros son españoles pero todos tienen mucho carácter. Faltan pocas horas para el estreno y ni siquiera está del todo claro quién dirige la obra. Por momentos asistimos a algunas escenas muy logradas del clásico de Shakespeare pero también a la intimidad de la creación escénica y sus paranoias.

Tras la representación del Tartufo de Ernesto Caballero en la Conventual de San Benito nos hemos acercado a la Plaza de la Corredera para ver este estupendo espectáculo de la programación off del Festival de Alcántara. Está coproducido por Escenamateur de España y la Universidad Nacional de las Artes de Argentina y es una excelente muestra de la buena salud creativa de la juventud escénica de ambos países y de lo bien que se entienden y lo mucho que aportan este tipo de hibridaciones en las que el aparente desconcierto está tan bien concertado. Nuevamente metateatralidad, pero también destreza interpretativa, excelente dirección (de Jesús Manchón habíamos visto el año pasado un excelente Cayo César en Cáparra) y muchísima ironía binacional (con discurso de Eva Perón incluido) han hecho que regresemos encantados a la hospedería  pasadas las tres de la mañana. Así que ha sido otro reencuentro delicioso con esta bonita esquina extremeña en la que a principios de agosto se puede ver tan buen teatro. Volveremos.

Tartufo de Molière

Versión y dirección: Ernesto Caballero.

una producción de Lantia Escénica.
con Pepe Viyuela
, Paco Déniz, 
Silvia Espigado, 
Germán Torres, 
María Rivera, 
Estibaliz Racionero, 
Javier Mira y 
Jorge Machín.

7 de agosto de 2022. Conventual de San Benito, Alcántara. 36º Festival de Teatro Clásico. 115’ aprox.

Una compañía de teatro está a punto de representar el Tartufo de Molière. El actor protagonista tiene algunas dudas sobre la relevancia actual de las cuitas del patético Orgón abducido por ese hipócrita meapilas. Algunas de ellas encontrarán respuesta en los comentarios de Dori, una joven limpiadora que se ha animado a interpretar el papel de la deslenguada Dorina.

Volvemos después de cuatro años a Alcántara para disfrutar de otra noche de buen teatro en un lugar tan hermoso como la Conventual de San Benito (y de la estancia en la Hospedería Conventual de Alcántara). Nadie cuestiona hoy el acierto de Adolfo Marsillach cuando apostó por actualizar los clásicos a través de juegos metateatrales. Sin duda, se corren riesgos con ello pero hay que reconocer que las dudas que nos plantea Pepe Viyuela sobre el interés actual del texto de Molìere son más que razonables (de hecho, lo diáfano de esta comedia no se ve acompañado por la sutileza y la belleza presentes en tantos textos de Lope). De modo, que Ernesto Caballero ha acertado plenamente en el tono y el ritmo de esta obra en la que el clásico de Molière sigue intacto pero se ve oportunamente apostillado por esas paradas reflexivas del gran Pepe Viyuela sobre las acciones de su personaje y por la agudeza y el desparpajo de esa Dori casi Choni. El recital interpretativo de Viyuela aporta mil matices geniales en este Tartufo que van desde la hilarante impostura del santurrón hasta el dramatismo de un Drácula. El resto del elenco está también soberbio en una obra que, descansando en gran medida en el magnífico trabajo de Pepe Viyuela, no deja de ser por ello notablemente coral. El merecido e intenso aplauso final creo que ha sido muy bien recibido por el equipo. Ojalá también le llegue a Ernesto Caballero este reconocimiento por su acierto en este trabajo.