viernes, 12 de diciembre de 2025

Los cuernos de don Friolera

de Ramón María del Valle-Inclán. Dirección y adaptación: Ainhoa Amestoy.
una producción de la Comunidad de Madrid para Teatros del Canal.
con Roberto Enríquez, Nacho Fresneda, Lidia Otón, Ester Bellver, Miguel Cubero, Pablo Rivero Madriñán, José Bustos e Iballa Rodríguez.


12 de diciembre de 2025. Centro Niemeyer (auditorio), Avilés. 120 aprox. 

Al teniente Friolera le llega una nota que le advierte de sus cuernos. Con lo bien que estaba y lo poco que le faltaba para jubilarse, le toca poner a salvo su honra como militar español. Así que tendría que matar a su mujer.
 
El texto es un textazo. Entonces y ahora. Y no solo por meterse en los jardines del adulterio y la honra, del qué dirán y los bulos o del patetismo inherente a lo militar. También por apostar por la centralidad de las acotaciones en la representación, por ajustar cuentas en los subtextos, y sobre todo, por la lúcida acidez de unos metatextos que son lecciones sobre crítica literaria, filosofía de las artes escénicas y, de regalo, sobre el problema de lo español. En el propio texto se señala que es en la representación donde se muestra su verdadera semántica. Y lo sabe y cumple con creces Ainhoa Amestoy en su trabajo de adaptación y dirección de una obra que cuenta con un elenco soberbio. Los intérpretes están magníficos en conjunto y también cada uno (impresiona ver a Roberto Enríquez protagonizando esta obra cuando hace solo dos semanas que lo tuvimos en el Palacio Valdés estrenando Las amistades peligrosas). Pero la maravilla a la que hemos asistido esta noche no está solo en el texto, en la adaptación y en las interpretaciones. También en una puesta en escena perfecta con un impresionante esqueleto metálico de tres lados, hecho de cuadrantes, en el que se abren y cierran ventanas y puertas, arriba y abajo. Sin nada en medio ni paredes que oculten los tránsitos de unos personajes que continuamente entran y salen, suben y bajan, se consigue evocar los paisajes que necesitan las figuras de esta obra. Y es que ese escenario mínimalista, que tiene aspecto de jaula abierta o de colmena, nos ha hecho ver un patio de corrala, un patio de armas, una plaza de pueblo o, simplemente, un espacio vacío desde el que parecía que también Valle-Inclán nos hablaba. La historia no puede ser más clásica, popular, vanguardista, corrosiva e intencionada. Pero, además de las distintas capas que revelan las acotaciones (tan explícitas como ese esqueleto escénico), en la propuesta de Ainhoa Amestoy se combinan de forma perfecta el bululú con acólito, las marionetas a dos escalas, la (dia)lógica cuartelera, los cantares de ciego, el histrionismo de los cómicos de la legua y la hondura gamberra de un existencialismo hispánico que nos hace sentirnos coetáneos de aquellos otros años veinte. Ante dramaturgos y teatreros así, si no fuera porque don Ramón María se enfadaría, casi apetece expresar cierto orgullo nacional. 
 

viernes, 5 de diciembre de 2025

Muerde

Dirección y dramaturgia: Francisco Lumerman.
Producción: Timbre 4.
con Luciano Cáceres


5 de diciembre de 2025. Centro Niemeyer (club), Avilés. 55’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.

René pasa mucho tiempo sin hablar. Y ahora lo hace para contarnos cómo ha sido su vida. La de un perro que no reacciona, como le decía su padre. La de un carpintero para el que los límites de su mundo son los de su taller. La de un hombre que aprendió a culiar con la mujer del grandote. Y finalmente la de un ser condenado al silencio. 
 
Hay monólogos de texto, monólogos de atmósferas y monólogos de expresión. Muerde es las tres cosas en grado superlativo y quizá por eso nos muerde el alma. Muerde ese soliloquio sincopado de un ser desvalido y habla intermitente al que se le transparentan los pensamientos. Muerde esa vida confinada que recuerda a la de otros infelices inolvidables como el Pacífico de Las guerras de nuestros antepasados o el Azarías de Los santos inocentes. A estos Delibes les dio unas vidas rurales en tierras castellanas y extremeñas. Francisco Lumerman y Luciano Cáceres obran el milagro de un René que uno esperaría porteño, pero que parece habitar en el Comala de Rulfo. Del primero ya supimos que era un dramaturgo y director magnífico cuando vimos El amor es un bien en aquellos tiempos confinados en que La Abadía y Timbre 4 trajeron a nuestras casas la cuarta pared de sus escenarios. A Luciano Cáceres es la primera vez que lo vemos y nos ha dejado fascinados poniendo voz, cadencia, piel, mirada y gesto a ese René que inspira tanta ternura como aquellos personajes de Delibes. Muerde cierra en nuestro off del Niemeyer una gira española que solo ha pasado antes por Barcelona y Madrid. Algo que debería llenarnos de orgullo al disfrutar de una programación escénica sin parangón fuera de esas ciudades. Así que, esperando que vuelvan pronto por aquí, les deseamos lo mejor a Francisco y a Luciano. Como apuntaba en la reseña de Tebas Land, quizá haya que ir pensando en habilitar en Avilés una conexión continua y estable entre nuestros escenarios y pantallas con los Timbres 4 y las salas Gaumont de Buenos Aires. En estos tiempos mileicos que asedian al INCAA y a los teatreros argentinos son más necesarios que nunca esos túneles secretos que conectan los espacios culturales de allá y acá.
 

viernes, 28 de noviembre de 2025

Las amistades peligrosas

Autoría: Christopher Hampton. Adaptación de la novela Las relaciones peligrosas de Pierre Choderlos de Laclos. Dirección: David Serrano.
Producciones Come y Calla.
con Pilar Castro, Roberto Enríquez, Ángela Cremonte, Carmen Balagué
, Ivan Lapadula y Lucía Caraballo.


28 de noviembre de 2025. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 135' aprox (con intermedio). Estreno absoluto

La complicidad en los desafíos entre la marquesa de Merteuil  y el vizconde de Valmont tiene como víctimas a Madame de Tourvel y a Cecile, una mujer casada y una virgen que caen rendidas ante ese depravado seductor.
 
El resumen es el mismo que el de Las amistades peligrosas que vimos hace once años. Sin embargo, la propuesta de David Serrano no tiene nada que ver con la de Darío Facal. En aquella, Carmen Conesa lideraba un elenco que también actuaba como conjunto de rock. Aquí Pilar Castro y Roberto Enríquez encarnan a esos pérfidos demiurgos de la pasión en una propuesta muy naturalista en el texto y casi abstracta en lo formal. En medio del escenario hay poco más que un podio cuadrado que sirve de tálamo o banco para las celadas del perverso seductor. En lo alto unos grandes espejos fracturados reflejan un escenario intensamente rojo a la manera en que lo hacen los de las esquinas del auditorio de nuestra Casa de la Cultura o los rojos cenitales del edificio madrileño de Jean Nouvel. Apenas una leve música acompaña los diálogos en unas escenas que se encabalgan con transiciones que no lo parecen por la presencia casi continua de los intérpretes y suavemente intermitente de los personajes. Todo ello hace que uno acabe especulando sobre la actualidad de aquellos usos amorosos dieciochescos, mayormente cinegéticos, y sobre si estamos ante una celebración de que ciertos machismos pretéritos hayan sido felizmente superados o se trata más bien de una reivindicación retrofeminista de que en la cúspide de la depradación también podría estar una mujer.  

sábado, 22 de noviembre de 2025

1936

Texto: Albert Boronat, Juan Cavestany, Andrés Lima y Juan Mayorga. Dramaturgia: Albert Boronat y Andrés Lima. Dirección: Andrés Lima
una producción del Centro Dramático Nacional.
con Mamen Camacho, Cristina Arias, Antonio Durán “Morris”, María Morales, Paco Ochoa, Guillermo Toledo y Juan Vinuesa.


22 de noviembre de 2025. Centro Niemeyer (auditorio), Avilés. 255 aprox. (con dos descansos de 10

El shock de 1936. El del golpe de Estado que se estuvo preparando desde 1931. El que dio lugar a una guerra que duró tres años. Aquella que, por la Gracia de Dios, impuso una dictadura que terminó hace ahora medio siglo con la muerte del pequeño generalísimo. 

Una obra magna. Tras el Shock 1 y el Shock 2, Andrés Lima (con Albert Boronat, Juan Cavestany y Juan Mayorga) lo ha vuelto a hacer. Son cuatro horas y cuarto que pasan en un suspiro. Es teatro total y coral en el que veinticinco intérpretes muestran qué es una guerra y nos enseñan cómo fue y qué supuso la de 1936. Tres cuartas partes son jóvenes que hacen mucho más que cantar y figurar. El resto se desdoblan para encarnar a seres abyectos (los generales, los falangistas, los que prepararon "lo otro"...), a políticos decentes (Azaña, Clara Campoamor...) y a las víctimas de aquella tragedia cuyos ecos aún resuenan en estos tiempos convulsos. 1936 es teatro mayúsculo. Por la forma y por el fondo. La forma nos hace sentir dentro de la obra con tres pantallas y tres gradas en el escenario que hacen que todos tengamos a una parte del público enfrente. En medio contemplamos momentos terribles de aquella tragedia (las brutalidades de Yagüe en Badajoz, la desbandá, el asedio de Bilbao, el bombardeo de Guernica...), escuchamos los discursos incalificables de quienes la detonaron y asistimos a las decisiones malignas de Franco que la prolongaron sádicamente. Como sucede con el Guernica, 1936 impresiona en conjunto y también en cada parte. Es un relato revelador de un momento crucial de la historia de España. Y también reparador, porque pocas veces un escenario ejemplifica tan claramente las virtudes catárticas del teatro. Es un documento necesario que habría emocionado a quienes tanto sufrieron y callaron y tantas veces nos advirtieron del riesgo de significarse. En el encuentro del jueves (20 de noviembre), Albert Boronat, Juan Cavestany y Andrés Lima nos comentaron el proceso creativo que, desde la documentación a los ensayos, ha ido dando forma a esta gran obra que, además de formativa, catártica y reparadora, es también poética. Lo es en ese impresionante duelo a garrotazos entre dos contendientes intemporales o ese final en el que, desde el abismo del olvido (como en el libro de Paco Roca), parecen emerger de debajo de una gran bandera republicana aquellos que siguen demandando su sitio en los cementerios y en la historia de España.

sábado, 8 de noviembre de 2025

Los yugoslavos

Autoría y dirección: Juan Mayorga.
Producción: Teatro de la Abadía.
con Luis Bermejo, Javier Gutiérrez, Natalia Hernández y Alba Planas
.


8 de noviembre de 2025. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 90' aprox.

Antes de que Gerardo pague y se vaya de bar, Martín le felicita por la manera en que ha reconfortado a un hombre. También le cuenta que cuando cierra el bar y vuelve a su casa no es capaz de sacar a su mujer de la tristeza. Se llama Ángela y Martín le pide a Gerardo que hable con ella. Al principio él se niega, pero luego sigue a esa mujer que a veces sale para buscar un lugar señalado en un mapa. Quizá sea un bar y podría llamarse Los yugoslavos, un sitio en el que los hombres juegan en serio mientras las mujeres bailan. 

Masculino, con espacios definidos y lleno de palabras. Así es para Martín el territorio de su bar. El mapa de Ángela es enigmático, propicio para la desazón que la hace sentirse extranjera en su hogar. Gerardo y su hija Cris harán de puente entre los dos. Los yugoslavos es hiperrealista y elusiva. Con un espacio escénico que hace abstractamente continuos el bar y el hogar. Pero, como casi siempre en el teatro de Mayorga,  son las grietas que se van abriendo lo que interesa de verdad. Algunas conectan expresamente con otras obras suyas: como los mapas de El cartógrafo, aquellas gafas intensamente azules, los nombres ficticios en los buzones de Maria Luisa o las jaulas de los animales en La  gran cacería que ayer volvíamos a ver aquí. Igual que le sucedía al propio Mayorga como  viajero insomne de ese barco triple (o cuádruple), en Los yugoslavos hay efectos singulares entre los personajes y los intérpretes. Como el sosiego de Luis Bermejo haciendo de Gerardo, la bondad de Javier Gutiérrez haciendo de camarero capaz de percibir la bondad, los contrapuntos de la joven Alba Planas dislocando a ese padre o la intensa dualidad de Natalia Hernández en el papel de mujer presente y silente con un poderoso monólogo final  que me ha recordado a los de otros personajes femeninos de Wajdi Mouawad. En Los Yugoslavos, y en buena parte del teatro de Mayorga, se entreveran personajes cercanos, que buscan y no encuentran, con evocaciones de territorios añorados o perdidos por catástrofes y guerras. Y en esa grieta entre el nosotros particular y el nosotros universal cobran sentido las referencias a los exilios yugoslavos o a esa franja entre las dos Coreas en la que los pájaros se posan sobre las minas. Así, cuando al final Gerardo se dirige a nosotros y, como buen camarero, nos pregunta ¿qué va a ser? nos quedamos dudando entre lo que querríamos pedir y lo que deberíamos ser.   
 

viernes, 24 de octubre de 2025

El hijo de la cómica

de "El tiempo amarillo 1921-1943" de Fernando Fernán Gómez. Adaptación y dirección: José Sacristán.
Producción: Pentación.
con José Sacristán
.


24 de octubre de 2025. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 90' aprox. Estreno absoluto.

Al hijo de la cómica lo nacieron en Lima (y en Buenos Aires) en 1921. Lo crió mayormente su abuela porque su madre pasaba mucho tiempo haciendo bolos por los teatros. De eso tratan estas evocaciones, de una infancia y una juventud en las que recibió el cariño infinito de una abuela "liberala" y el aliento de una madre intermitente empeñada en que aquel niño pelirrojo y larguirucho llegará a ser alguien. Y vaya si llegó. Fue Fernando Fernán-Gómez, el actor, director y escritor que recogió aquel tiempo amarillo en unas memorias que lo son también de un país. Ahora las comparte con nosotros un amigo suyo. Otro cómico español que también dirige e interpreta. Mejor dicho, encarna, porque en el escenario están los dos, el hijo de la cómica y nada menos que José Sacristán.
 
A cuerpo limpio. Igual que hizo con Miguel Delibes y con Antonio Machado. Convirtiendo la interpretación en presencia. La de Fernando Fernán-Gómez, la abuela costurera, la madre cómica y algunos más. José Sacristán lo consigue sin ninguna impostura. Haciendo del gesto un esbozo certero que deja el protagonismo a la voz y la palabra. Y qué voz y qué palabra. Las de un Sacristán imponente y un Fernán-Gomez memorable. Aunque no hubieran existido la cómica, el niño, ni aquella abuela buena, lo que hoy ha pasado en el Palacio Valdés seguiría siendo un milagro que sucede en un espacio escénico que no está ni vacío ni ocupado. Y es que Sacristán ha creado el lugar y la atmósfera especialmente propicios para la evocación. Así, con solo sentarse en una silla o señalar un cuarto con bombilla y tragaluz, nos hace ver a aquella abuela que zurce y habla con su nieto. Hay también, a veces, imágenes en blanco y negro de las alegrías republicanas, de las penurias tras la guerra y del afán de un joven por llegar a convertirse en ese hombre mayor y sabio que en la última fotografía nos mira a todo color. En el cine y en el teatro nos ha conmovido muchas veces José Sacristán, pero sus monólogos en Señora de rojo sobre fondo grisCaminando con Antonio Machado  y ahora El hijo de la cómica pasarán a la gran historia de nuestro teatro. Son obras que animan a volver a leer a Delibes, a Machado o esas memorias en las que se inspira esta magnífica obra. O a ver Los días azules, la película de Laura Hojman sobre Machado, o La silla de Fernando, de David Trueba, en la que aquel grandísimo actor también se sinceraba. O El mundo sigue, aquella joya que Fernán-Gomez dirigió e interpretó hace más de sesenta años y que, aunque menos conocida, es uno de los mejores clásicos del cine español. Con este estreno se confirma, una vez más, que en Avilés tenemos una programación teatral exquisita que en ocasiones sirve de faro para disfrutar también de otras artes. Como hoy con la vida y la obra de Fernando Fernán Gómez. Seguro que el hijo de la cómica estaría muy feliz con lo que ha hecho esta noche su buen amigo en el Palacio Valdés. 

viernes, 17 de octubre de 2025

Yo solo quiero irme a Francia

Autoría y dirección: Elisabeth Larena.
Una producción: Contraproducións.
con María Galiana, Alicia Armenteros Nieve de Medina y Ledicia Sola
.


17 de octubre de 2025. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 80' aprox. Estreno absoluto.

Pilar nos recibe al comienzo, pero está muerta. Además de  su nieta  Leo, a su velatorio llega también Inés, otra joven a la que la abuela deja en su testamento la mitad de la casa. En realidad se la dejaba a su hija, la madre de Leo y de Inés, dos hermanas que no sabían nada la una de la otra. Ella también aparece en el velatorio. Mejor dicho se aparece, porque también está muerta.  
 
Estrenamos la temporada teatral con un primer estreno sobre los enigmas familiares de tres generaciones de  mujeres. Las jóvenes están muy vivas, pero saben poco de su pasado. Las otras dos están muertas y tienen cosas que reprocharse. Sobre todo, esa abuela rezongona que perteneció a la sección femenina siendo lesbiana. La idea de poner a un finado en medio del escenario puede dar mucho juego en el teatro (pienso en La voluntad de creer, de Pablo Messiez, o en Amistad, de Juan Mayorga). Aquí sirve para que los espectros de la abuela y la madre apostillen los diálogos entre las nietas y desentrañen algunas cosas que ellas no saben. La obra se sitúa entre la comedia tierna que hace sonreír al público y las truculencias que separaron en el pasado a madres e hijas y ahora podrían unir a las hermanas. Una pizca de memoria histórica (cronológicamente excesiva: la abuela se ha muerto ahora, pero recuerda bien la Guerra Civil) y algún tópico más cercano (el guiño a la salida póstuma del armario de una mujer que había llevado chaqueta azul) completan una historia que, en gran medida, se apoya en la presencia, espectral pero muy viva, del personaje de María Galiana. Desde el patio de butacas su papel recuerda más al de aquella abuela televisiva que al que bordó en La reina de la belleza de Leenane, la magnífica obra de Martin McDonagh que Juan Echanove estrenó aquí el año pasado.

viernes, 10 de octubre de 2025

Tebas Land

Texto: Sergio Blanco. Dirección: Corina Fiorillo.
Producción: Timbre 4.
con Lautaro Perotti y Gerardo Otero


10 de octubre de 2025. Centro Niemeyer (club), Avilés. 90’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.

Un dramaturgo quiere hacer una obra en torno al parricidio. Su primera idea es que la protagonice Martín, un recluso que ha sido condenado por ese delito. Los dos tienen varios encuentros en la cárcel para prepararla. Sin embargo, las autoridades no permitirán que Martín salga de allí para ir al teatro. Así que también veremos los encuentros del autor con el actor que interpretará su papel. 
 
En la reseña de Próximo hablaba de las conexiones entre algunas salas de teatro. Por ejemplo, entre esta y Timbre 4 en Buenos Aires. Lautaro Perotti protagonizaba allí por las mismas fechas las dos obras: Próximo y esta. Opté por ver aquella porque unas semanas después Israel Elejalde iba a estrenar Tebas Land en el Palacio Valdés. Ocho años más tarde la versión porteña de la obra llega a nuestro off del Niemeyer. Así que, ya digo, existen pasajes secretos que conectan algunos teatros al margen del espacio y el tiempo. Como si estuviera de nuevo en Buenos Aires, vuelvo a comprobar la diáfana complejidad y las infinitas sugerencias del texto de Sergio Blanco. Una joya en la que se dan cita las diversas capas de la autoría (quien escribe una obra, quien la dirige y quien nos muestra el proceso creativo de los dos) y de la interpretación (el que está en una cárcel, el actor que se enfrenta a ese reto y la representación que este hace de aquel). Y luego están Sófocles, Edipo y nosotros. Todos entreverados por Sergio Blanco, Corina Fiorillo y Lautaro Perotti que son los jefes de todo esto. Y, por supuesto, también está Gerardo Otero que es uno y trino a la vez. Casi no sale de la escena y consigue componer de manera soberbia al joven parricida que cumple condena, al actor que lo ha de encarnar en un teatro y también la propia interpretación que este hace de aquel. Tebas Land  es un ensayo performativo sobre el teatro (en esto también hay pasajes secretos que lo conectan con el Ensayo de Pascal Rambert), pero también una conmovedora reivindicación de la compasión y la ternura. Y es que Sergio Blanco reinterpreta el clásico de Sófocles sobre la relación paterno-filial de una manera magistral. Con su propuesta compondría un sugerente díptico (otro pasaje secreto) con Casting Lear aquella singular propuesta con la que Andrea Jimenez dialogaba hace poco con Shakespeare. Así que esta noche hemos asistido a una celebración de ese entretejimiento mayúsculo que es el teatro. Una verdadera symploké platónica capaz de conectar textos, autores, intérpretes, personajes y escenarios consiguiendo que la más hermosa complejidad resulte diáfana y cautivadora para el espectador.

miércoles, 8 de octubre de 2025

Aburrimiento vocacional

Texto y dirección: Patri Caso.
Una producción: de Caso Villar.
con
Laura Ubach.


8 de octubre de 2025. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 90' aprox. Ciclo "Hecho en Asturias".

Hay una joven en el escenario. Se sorprende de que la miremos. Ella quiere estar sola y sin que la molesten, pero poco a poco nos cuenta y nos muestra cómo es su vida. Su astenia vocacional, su incomunicación con los padres, su relación con una amiga y el exasperante aburrimiento existencial que preside su vida  
 
El comienzo, con la cuarta pared abierta y provocadora desde antes de que llegue la hora y se apaguen las luces, recuerda un poco al de aquellos magníficos Errantes que vimos en julio en el Corral de Comedias de Almagro. Aquí Laura Ubach está sola y solo tiene dos sillas para hacernos sentir el tedio de su vida. El suyo es un monólogo intenso y exigente por lo mucho que dice y lo mucho que transmite sobre lo que su personaje sufre. Es verdad que la desesperación generacional suele tener mucho de egocéntrico y doliente. Y en eso los de la Zeta no se diferenciarán mucho de los de las anteriores ni de las que les seguirán. Pero, como acertadamente señala Oriol Bartomeus en su libro El peso del tiempo, el concepto de las generaciones es bastante borroso. Solo tomado como escala para entender el ritmo del cambio histórico (como hace Mariano Fernández Enguita cuando distingue épocas de cambio suprageneracional, intergeneracional e intrageneracional) resulta fértil y pregnante. Patri Caso hace aquí una reivindicación del derecho a la queja y Laura Ubach lo ejerce con solvencia en femenino muy singular. Sin embargo, esa tristeza, ni siquiera burocrática (qué buena noticia el Premio Nacional de Ensayo para Remedios Zafra por El informe), es especialmente desoladora cuando se piensa que el ombligo del mundo está en Madrid y que los problemas de la vivienda se definen por la manera en que allí llegaría a parecer un lujo habitarla "con derecho a cocina", como tuvieron que hacer los abuelos de la generación Zeta (Ana Iris Simón podría ponerse bastante nostálgica con eso). Lo cierto es que Aburrimiento Vocacional ha sido intensa, por momentos exasperante, pero nos propone un buen tema para el debate.  

domingo, 21 de septiembre de 2025

Sexpiertos

de Kepa Errasti y Telmo Irureta. Dirección: Mireia Gabilondo.
Producción: Tanttaka Teatroa.
con Aitziber Garmendia y Telmo Irureta.


21 de septiembre de 2025. Casa de la Cultura, Avilés. 70' aprox. 

Nico y Ana preparan una obra de teatro. Él va en silla de ruedas y apenas puede mover sus extremidades. Ella está pensando en ser madre. Se conocieron en un ascensor detenido. Nos lo cuentan y también nos explican cómo lo van a representar. 
 
Unas cintas que ella pone en el suelo delimitan el espacio vacío del ascensor. Estamos con ellos en el escenario formando un pasillo con sillas de ruedas en lugar de butacas. La obra se nos presenta como un happening in progress (sea eso lo que sea, o sea, eso). Sexpiertos cierra las jornadas de DiversAvilés que comenzaron el martes con la proyección de Una función inesperada y han tenido en estos días diversas actividades tanto aquí y como en la Factoría Cultural. Sexpiertos es teatro edificante apto para muchos públicos. La diferencia entre los dos personajes es notoria. Y no solo por las posibilidades y limitaciones de cada uno de ellos, también por la preponderancia de los discursos. En este sentido, además de la vindicación de la situación de él, hay un subtexto más genérico en el caso de ella. Y es que entre las asimetrías entre los dos está también  la cuestión de género. Para entenderlo solo hay que pensar en cómo  se tratarían las cuestiones del sexo y la paternidad si quien estuviera en la silla de ruedas fuera una mujer y quien pudiera moverse fuera un hombre. El papel de Telmo Irureta en esta obra es, en cierto modo, una prolongación del personaje por el que obtuvo un Goya en La consagración de la primavera, la estupenda película de Fernando Franco. Sobre este tema Sexpiertos aporta frescura y accesibilidad para públicos que frecuentan poco el teatro. Sin embargo, hay más equilibrio y profundidad en películas como aquella o en Las sesiones, de Ben Lewin. 

viernes, 29 de agosto de 2025

Descamino

Dramaturgia: Sofia Cabrita en cocreación con Javier Ariza, Joana Poejo y Tiago Poiares.
Producción: ESTE-Estação Teatral y Marmore Distribución.
con Javier Ariza, Joana Poejo y Tiago Poiares.

29 de agosto de 2024. Espacio Afecir. 28 Feria de Teatro de Castilla y León, Ciudad Rodrigo. 75' aprox. 

Tiempos y lugares del contrabando y estraperlo. Recuerdos de lo vivido en la Raya contados en español y portugués. Asistimos a los miedos y las tretas para conseguir cruzarla con mercaderías cada noche. Y también a los tratos con unos guardias que a veces hacían la vista gorda. También hay testimonios de hombres y mujeres rústicos que comparten sus recuerdos en ambas lenguas.
 
Tres actores lusitanos (en el sentido que Juan Rebollo Bote le da a esa palabra) construyen una pieza memorable de teatro documental, poético, hiperrealista y sublime. Un cuadrado iluminado en el suelo, un fondo de cintas verticales que podrían ser un bosque y otra cinta que puede convertirse en la Raya permiten a estos tres magníficos intérpretes evocar las historias que unían a las gentes de acá y de allá. Esas que de niño oía contar a mis abuelas sobre al tráfico salmantino del café portugués. Las interpretaciones son a veces metafóricas y a veces naturalistas. Incluso literales cuando, con solo unas máscaras, parece que estuviéramos viendo a los protagonistas reales mientras nos relatan sus recuerdos en esas tierras de frontera. Este verano hemos visto dos obras de compañías portuguesas que trabajan con recursos materiales mínimos y resultados extraordinarios. Me refiero al Rei Lear, que vimos en Olmedo a cargo de la lisboeta Companhía do Chapitô, y a esta joya que nos llega desde la Beira Interior. Ambas deberían verse en muchos teatros españoles para mostrarnos la fascinante calidad escénica con que trabajan nuestros vecinos y porque seguramente se ganarían apoyos para ese partido iberista que reivindicaba Salvador Sobral en el concierto con Silvia Pérez Cruz y en el que militaríamos con gusto los que tanto disfrutamos cruzando y borrando la Raya. Así que ha sido un final perfecto para esta jornada en la Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo, un evento que se parece un poco a la intensidad de los festivales de cine, porque cuatro obras en un solo día solo se pueden ver en eventos teatrales tan intensos como Avignon, Edimburgo, Almagro... o Ciudad Rodrigo. Obviamente, volveremos.
 

El día de San Judas

Texto y dirección: Chema Cardeña.
Producción: Arden Producciones.
con Marisa La Hoz, Juan Carlos Garés, Rosa López, Manu Valls y Saoro Ferré.

29 de agosto de 2024. Teatro Fernando Arrabal. 28 Feria de Teatro de Castilla y León, Ciudad Rodrigo. 80' aprox. 

En la primera mitad del siglo pasado en algún lugar de Europa sucede algo inesperado. El día de la fiesta de San Judas llegan a la estación del pueblo las Terranova, dos mujeres que habían sido expulsadas y encarceladas diez años antes. Su regreso suscita muchos temores en las fuerzas vivas del pueblo. Desde la estación ellas tardarán una hora en llegar. En ese tiempo el alcalde, el policía, el párroco y la condesa tratarán de impedírselo. Sobre todo ella que es quien realmente manda en ese pueblo.
 
Una sátira extrema con personajes arquetípicos que podrían parecer de Jardiel Poncela o de Ionesco. La caracterización y las interpretaciones son perfectas en el difícil registro de la farsa más radical. La historia  está inspirada en 1945, la película de Ferenc Török sobre el regreso de dos judíos a su pueblo. Para quienes la hemos visto, resulta un tanto perturbador el contraste entre el tono dramáticamente contenido y en blanco y negro de aquella magnífica película, y las maneras histriónicas y hasta hilarantes de esta obra. En todo caso, las dos propuestas comparten la aspereza propia de los acercamientos honestos a temas tan trágicos como el ostracismo y la persecución.
 

Y fuimos héroes

Texto: Maribel Carrasco. Dirección: Cristina D. Silveira.
Coproducción: Karlik danza-teatro y La Nave del Duende.
con Jorge Barrantes y Juan Carlos Castillejo.

29 de agosto de 2024. Sala Tierra. 28 Feria de Teatro de Castilla y León, Ciudad Rodrigo. 60' aprox. 

Joe-Joe es el más pequeño de los niños de cuarto, pero apretando los puños consigue imponerse a ellos. El maestro lo considera un niño sin porvenir. Sin embargo, su vida cambiará un lunes en que a su clase llega un grandullón que dice llamarse Spider. A los dos les unirá una amistad muy especial. La de los marginados y los héroes.
 
Una historia de infancias unidas por la desventura. La vemos recreada por dos hombretones que mantienen su amistad desde que eran niños. Hay mucha ternura y mucha compasión en esta remembranza de unas infancias difíciles. El trabajo de Jorge Barrantes y Juan Carlos Castillejo es superlativo. Consiguen la maravilla de que, sin dejar de ser adultos, veamos a sus personajes como niños y empaticemos completamente con ellos. Quizá el contexto escolar de sus cuitas no sea (por suerte) el de quienes han ido a la escuela en este siglo, pero su dolor y su lealtad es reconocible y apreciable por cualquiera. Y fuimos héroes tiene una escenografía mínima que apenas requiere más que un banco que puede convertirse en pupitre y unas proyecciones impecables con las que interactúan prodigiosamente los dos actores. Así que ha sido un gustazo encontrarnos en Ciudad Rodrigo con esta compañía extremeña que hace un trabajo tan magnífico.

Jacarandá

Dirección artística: Adriana Melo. Interpretación, construcción de marionetas y objetos escénicos: Magnum Soares.
Producción: Universo Paralelo.
con Magnum Soares.

29 de agosto de 2024. Espacio en Rosa. 28 Feria de Teatro de Castilla y León, Ciudad Rodrigo. 50`aprox. 

Sobre un ara escénica, Magnum Soares mueve sus hilos y consigue que veamos insectos, aves, árboles y también peces. Un paraíso que se verá alterado por la llegada de los hombres. Esos seres extraños que expolian, hacen la guerra e incendian los bosques. 
 
Los niños están sentados en el suelo y a su alrededor hay tres pequeñas gradas desde las que asistimos embobados al juego de luces, sombras y resortes que nos propone este titiritero imaginativo y silente. La atención plena de los niños es buena prueba de que Magnum Soares y Adriana Melo han conseguido traernos el bosque y mostrarnos  algunas de sus amenazas en esta sala oscura apta para todas las edades. Nuestro demiurgo escénico no se oculta mientras da vida a ese pequeño mundo. Incluso rompe la cuarta pared para que una niña le ayude por un momento en su faena. Jacarandá tiene un equilibrio perfecto entre una cautivadora experiencia sensorial y una edificante propuesta conceptual. Sin duda, los niños y sus padres tendrán mucho que comentar a la salida sobre las hermosas formas de vida que alberga la naturaleza y también sobre la magia del teatro.