viernes, 23 de julio de 2021

El príncipe constante

de Calderón de la Barca. Versión y dirección: Xavier Albertí.
producción: Compañía Nacional de Teatro Clásico.
con Lluís Homar, Arturo  Querejeta, José Juan Rodríguez, Beatriz Argüello, Rafa Castejón, Egoitz Sánchez, Jorge Varandela, Lara Grube. José Juan Sevilla, Álvaro de Juan, Marina Mulet, Iñigo Álvarez de Lara, José Cobertera, Jonás Alonso, Alfonso Nieves, Jorge Llamas, Isabel Juárez, Irene Celestino.

23 de julio de 2021. Teatro Adolfo Marsillach, 44º Festival de Almagro. 120’ aprox.

El rey de Fez ansía la ciudad de Ceuta y los portugueses las tierras de su reino. En medio de la batalla el fiel Muley, que está enamorado de Fénix, la hija del rey, cae en manos del infante don Fernando que lo deja libre y con quien se sentirá para siempre en deuda. La ocasión de saldarla vendrá cuando el infante quede preso de su rey. Muley está dispuesto a ayudarle pero Fernando se niega a que la ciudad de Ceuta sea el precio por su liberación.

La Compañía Nacional de Teatro Clásico pone en escena por primera vez (¿cómo es posible?) este texto de Calderón del que Goethe dijo maravillas y que si hubiera sido escrito en inglés estaría en ese repertorio shakespeariano que representa una y otra vez en español. El príncipe constante es una maravilla con pasajes extraordinarios de alto calado moral y poético. Y eso es lo que ha entendido Xavier Alberti al dirigirlo con una puesta en escena de máxima contención en la que el suelo es de arena, la pared tiene textura cerámica y apenas unos taburetes son los únicos elementos para una historia en la que  los personajes llevan trajes contemporáneos (y pantalones naranjas los cautivos)  y están acompañados por un cuarteto de cuerda que entra y sale de escena para subrayar, acompañar y también mirar las peripecias de una historia que sería aún más universal si fuera más conocida. Pero un texto soberbio y una dirección que sabe estar a la altura cuentan además con el regalo de un elenco afinadísimo en el que me ha encantado José Juan Rodríguez en el papel de Muley, Arturo Querejeta como el rey de Fez, Beatriz Argüello como Fénix y, por supuesto, el gran Lluis Homar que está inconmensurable en el papel de don Fernando al que ya solo su presencia dota del majestuoso calado moral que requiere un texto superlativo que debíamos saber de memoria por haberlo visto y leído mil veces. Después de aquel monólogo total que le vimos hacer en Barcelona hace casi siete años en Terra Baixa, este papel memorable solo nos confirma que es uno de los grandes de la escena española de todos los tiempos. Así que no podía terminar mejor esta primera jornada de nuestro regreso al festival de Almagro.