viernes, 28 de febrero de 2025

Camino a La Meca

de Athol Fugard. Dirección: Claudio Tolcachir.
Producción: Pentación Espectáculos .
con Lola Herrera, Natalia Dicenta y Carlos Olalla.


28 de febrero de 2025. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 90' aprox. Estreno absoluto.

Helen recibe la visita de una vieja amiga. Las dos tienen mucha sintonía y mucha confianza. El momento es delicado para Helen, porque el pastor de la iglesia local la quiere convencer para que se vaya a un geriátrico.
 
Los desafíos de la edad madura. Los recelos que provocan la independencia y la creatividad, sobre todo, si son femeninas. Y la luz que desprende la amistad cuando es sinónimo de sinceridad y estima. De eso va este texto de Athol Fugard que, siendo diáfano y sencillo, está lleno de capas y sugerencias. Claudio Tolcachir lo ha entendido muy bien creando las condiciones para que esta madre y esta hija den una lección superlativa de sintonía interpretativa encarnando a esas dos amigas de las que uno quisiera saber más y tener cerca. Carlos Olalla está estupendo en el papel de ese tercero que, sin pretenderlo, potencia la concordia entre esas dos mujeres de distintas edades a las que interpretan una Lola Herrera pletórica y radiante a sus casi noventa años y una Natalia Dicenta que ojalá viéramos más en los escenarios. Es una actriz magnífica capaz de transmitir emociones con una fuerza y una intensidad que, hasta cuando está silente, consigue que su personaje sea un imán para la mirada. Así que ha sido otra noche magnífica de estreno absoluto en Avilés. En El Cultural suelen señalarlo bien, pero en otros medios deben pensar que todo lo que se ve en Madrid se estrena en ese ombligo. Estaría muy bien que cuando llegue allí esta obra la vieran no solo los teatreros. También  esos a los que tanto les molesta el número 7.291.
 

viernes, 21 de febrero de 2025

La música

Autoría: Marguerite Duras. Versión y dirección: Magüi Mira.
Okapi Producciones.
con Ana Duato y Darío Grandinetti.


21 de febrero de 2025. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 70' aprox. Estreno absoluto.

El último encuentro de una pareja en un hotel. Solo van para rematar los trámites del divorcio, pero esa noche recordarán el infierno de los últimos meses antes de la separación. Y también lo mucho que se querían. O se quieren todavía.
 
Ontología de la monogamia. Ser y tiempo del amor. Eso es lo que nos proponen Marguerite Duras y Magüi Mira con estos dos seres varados en ese espacio indeterminado que parecen seguir habitando y rehuyendo tras el final de su relación. La música es aquí un baile de cuerpos y sentimientos que se buscan y repelen. El compás, más intenso y doliente, parece llevarlo ella. Las certezas y las dudas, más contenidas, le corresponden a él. Los intérpretes parecen estar en sintonía con los personajes. Ella queriendo distanciarse de Merche. Él dejando muy atrás a Oliverio, pero sabiéndose igual de cautivador. Dario Grandinetti es uno de los más grandes desde que nos demostró que, si se cruzaba una y otra vez el charco entre Montevideo y Buenos Aires, era posible encontrar con Eliseo Subiela El lado oscuro del corazón. Y me lo confirmó hace años, precisamente en Buenos Aires, cuando pude verlo en otro barco poético en el que fue Novecento de la mano de Alessandro Baricco y Javier Daulte. Así que ha sido un gusto verle esta noche en Avilés estrenando este retrato doliente sobre la insularidad del amor.

sábado, 15 de febrero de 2025

Electra

de Sófocles. Versión y dirección: Fernanda Orazi.
Producción: Pídales Teatro.
con Carmen Angulo, Javier Ballesteros, Leticia Etala y Juan Paños.


15 de febrero de 2025. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 95’ aprox.

Elektra, Orestes y la muerte del Agamenón. Clitemnestra, Egisto y el regreso de Orestes. Esperanza, desesperación y venganza. El escenario como espacio vacío, los personajes de entonces bajando y hablando como personas de hoy. Y las palabras... Por debajo de todo, las palabras.
 
Este blog nació comentando obras de Claudio Tolcachir, Pablo Messiez y Fernanda Orazi. Entre las primeras aquí reseñadas estaban Emilia, Las palabras y La realidad, aquella maravilla de Denise Despeyroux con la que se inauguró el Off-Niemeyer. En las dos últimas, representadas un viernes y un sábado en Avilés, actuaba Fernanda Orazi. Después la hemos visto en obras de Ionesco, Pascal Rambert o Pablo Remón. Y ahora comprobamos que, además de una magnífica actriz, es una directora extraordinaria que consigue entreverar como nadie la vida y los clásicos. En los últimos tiempos hemos visto otras Electras muy buenas (la Elektra de Etelvino Vázquez o la Electra.25 de Atalaya TNT), pero la de Orazi será inolvidable. En un espacio radicalmente vacío cuatro personajes componen una polifonía escénica trufada de ecos trágicos y frases hechas, de combinaciones paroxísticas sin repetición entre seres que hablan y no escuchan, que traen del pasado prosodias de ahora, que licuan la cuarta pared haciendo fascinante y desasosegante esta experiencia. Lo mejor de las disputas entre los personajes de Rambert (por ejemplo, en Ensayo) o las interferencias de los de Tolcachir (por ejemplo, en La omisión de la familia Coleman) está presente en esta Electra inigualable de Fernanda Orazi. Pero lo que ella hace no se inspira en aquellos, sino que compone un modo de entender el espacio escénico (el Palacio Valdés es ideal para esto), la dramaturgia y la dirección de actores pocas veces visto antes. Siendo accesible, su Electra quizá no sea apta para todos los públicos, pero resulta fascinante para quienes saben que sigue habiendo maravillas bajo la arena de los teatros.

Dossier

viernes, 14 de febrero de 2025

4 x 4

creación colectiva de Ron Lalá. Dramaturgia y letras: Álvaro Tato. Composición y arreglos: Yayo Cáceres, Juan Cañas, Miguel Magdalena y Daniel Rovalher. Dirección escénica: Yayo Cáceres
Dirección musical: Miguel Magdalena
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Una producción de Ron Lalá..
Con Juan Cañas, Miguel Magdalena, Diego Morales, Luis Retana y Daniel Rovalher.


14 de febrero de 2025. Centro Niemeyer (auditorio), Avilés. 100 aprox.

Miscelánea ronlalera con fragmentos de los espectáculos Mi misterio del interior (2005), Mundo y final (2008), Time al tiempo (2010) y Siglo de Oro, siglo de ahora (2012). Todos con la música, las rimas, la gracia y esa destreza trepidante que es marca de la casa.

Luis Retama es aquí el novato que se suma al grupo ronlalero para regocijo de quienes hayan descubierto hoy lo mucho bueno que se estaban perdiendo por no haber visto antes las obras de Ron Lalá (o las de Ay teatro). El comienzo recuerda a Les Luthiers, con lo que queda claro desde el principio que estos tipos se toman la risa muy en serio. Es verdad que se echa de menos a Iñigo Echeverría (sobre todo en el maravilloso Entremés de los autores de la última parte), pero el quinteto de este 4x4 está tan afinado que a los de Ron Lalá (y Ay Teatro) les pasa como a Les Luthiers: son siempre ellos mismos aunque algunos sean diferentes. Ojalá que este repaso de sus obras pretéritas  sea solo un interludio en su trabajo y, más pronto que tarde, estrenen algo nuevo. Podrían hacerlo, por ejemplo, aquí mismo, en el Palacio Valdés, donde estrenaron hace cuatro años sus Andanzas y entremeses de Juan Rana.

Programa de mano
Dossier

sábado, 1 de febrero de 2025

La Celestina

Autor: Fernando de Rojas. Adaptación y dirección: Darío Galo.
Producción: Calema Producciones.
con Carolina Calema. Músicos en directo: Cristina Suey (cello) Charly Sánchez (percusión), Mario Garcia (guitarra) y Arturo Pueyo (clarinete)


1 de febrero de 2025. Centro Niemeyer (club), Avilés. 70’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.

Las tramas y urdimbres de los amores entre Calisto y Melibea trenzados por esa vieja hedonista de nombre Celestina. Ellos serán títeres en sus manos y los dos criados, Pármeno y Sempronio, unas peligrosas marionetas. Literalmente.

Carolina Calema nos dejó impresionados hace cuatro años con aquella maravilla de Yolanda Pallín, dirigida por Ernesto Arias, titulada Querella de Lope y las mujeres. Así que hoy solo podíamos esperar lo mejor de su Celestina. Y lo cierto es que en la intimidad de este off teatral, más que a la actriz, a quien hemos visto todo el tiempo es a la alcahueta canónica de nuestras lengua. Hemos asistido a sus reflexiones sobre la vida, el deseo y el amor, a los gestos de su rostro que aún daban más relieve a sus pensamientos, a esas manos manipuladoras que gobernaban las cuitas de los amantes y ponían ademanes a los criados. Todo un prodigio de artesanía creativa en el que la intérprete ya no pone el cuerpo al personaje sino que deja que este lo habite. Y ese milagro se traslada también a esos hermosos títeres y máscaras de mano logrando que las voces limpias y diferenciadas parezcan salir de sus cuerpos de madera y contrasten con la prosodia reflexiva de la vieja más intemporal de nuestras letras. Así que, siendo impecable el acompañamiento musical que la ha acompañado en el escenario, uno siente que lo único importante esta noche ha sido el trabajo de Celestina. Quiero decir, de Carolina.