sábado, 15 de febrero de 2025

Electra

de Sófocles. Versión y dirección: Fernanda Orazi.
Producción: Pídales Teatro.
con Carmen Angulo, Javier Ballesteros, Leticia Etala y Juan Paños.


15 de febrero de 2025. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 95’ aprox.

Elektra, Orestes y la muerte del Agamenón. Clitemnestra, Egisto y el regreso de Orestes. Esperanza, desesperación y venganza. El escenario como espacio vacío, los personajes de entonces bajando y hablando como personas de hoy. Y las palabras... Por debajo de todo, las palabras.
 
Este blog nació comentando obras de Claudio Tolcachir, Pablo Messiez y Fernanda Orazi. Entre las primeras aquí reseñadas estaban Emilia, Las palabras y La realidad, aquella maravilla de Denise Despeyroux con la que se inauguró el Off-Niemeyer. En las dos últimas, representadas un viernes y un sábado en Avilés, actuaba Fernanda Orazi. Después la hemos visto en obras de Ionesco, Pascal Rambert o Pablo Remón. Y ahora comprobamos que, además de una magnífica actriz, es una directora extraordinaria que consigue entreverar como nadie la vida y los clásicos. En los últimos tiempos hemos visto otras Electras muy buenas (la Elektra de Etelvino Vázquez o la Electra.25 de Atalaya TNT), pero la de Orazi será inolvidable. En un espacio radicalmente vacío cuatro personajes componen una polifonía escénica trufada de ecos trágicos y frases hechas, de combinaciones paroxísticas sin repetición entre seres que hablan y no escuchan, que traen del pasado prosodias de ahora, que licuan la cuarta pared haciendo fascinante y desasosegante esta experiencia. Lo mejor de las disputas entre los personajes de Rambert (por ejemplo, en Ensayo) o las interferencias de los de Tolcachir (por ejemplo, en La omisión de la familia Coleman) está presente en esta Electra inigualable de Fernanda Orazi. Pero lo que ella hace no se inspira en aquellos, sino que compone un modo de entender el espacio escénico (el Palacio Valdés es ideal para esto), la dramaturgia y la dirección de actores pocas veces visto antes. Siendo accesible, su Electra quizá no sea apta para todos los públicos, pero resulta fascinante para quienes saben que sigue habiendo maravillas bajo la arena de los teatros.

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