de Martin McDonagh. Adaptación de Bernardo Sánchez. Dirección: Juan Echanove.
Okapi Producciones.
con María Galiana, Lucía Quintana, Nicolás Illoro y Jorge Kent
8 de marzo de 2024. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 90’ aprox. Estreno absoluto
Juan Echanove acierta plenamente con el espacio y la atmósfera de esta confrontación entre una madre y una hija que se odian sin tregua. Casi podemos sentir la humedad, la frialdad y el olor de esa cocina invernal. La iluminación destila una tristeza muy coherente con el sonido de esa radio sobre el que también disputan las dos mujeres. El cuarteto de intérpretes está afinadísimo en esta noche de estreno en la que debemos agradecerles que no requieran que se amplifiquen sus voces para proyectar emociones. Es verdad que el personaje arisco que tan bien encarna María Galiana se nos hace extraño al principio por lo mucho que nos condiciona haberla visto en papeles llenos de ternura y lucidez. Así que al principio me cae peor Maureen y me parece que Mag Folan es solo una anciana rezongona a la que su hija no sabe entender. Pero el buen hacer de ambas actrices y la doliente simetría de lo que Martin McDonagh nos plantea en esta confrontación entre una Bernarda y una Rosita irlandesas me hacen ver pronto de otro modo el personaje de Mag. En La reina de la belleza de Leenane encuentro ecos de las soledades rurales irlandesas que hacían tan extraordinaria Almas en pena en Inisherin, la última película de McDonagh. Un autor que también ha dirigido otras películas tan magníficas como Siete psicópatas o Tres anuncios en las afueras.