de Matías del Federico y Daniel Veronese. Dirección: Daniel Veronese.
una producción de Teatro Español, Vania y Producciones Off.
con Malena Alterio y David Llorente.
12 de enero de 2024. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 80’ aprox. Estreno absoluto.
El que espera desespera. Sobre todo si es un hombre y se compara con otro. Eli no tiene esos problemas porque la envidia o los complejos son sentimientos que le resultan ajenos. Así que la espera a la que asistimos en tiempo real es una confrontación catártica entre una pareja estable que se compara con otra más exitosa. El texto está muy bien medido y progresa con una intensidad y una precisión comparables a las de los diálogos de Pascal Rambert, aunque en Los amigos de ellos dos no hay la aspereza de obras como La clausura del amor o Finlandia en las que la pugna no tiene límites. De hecho, no hay duda de que Matías del Federico y Daniel Veronese han escrito una comedia impecable y muy eficaz (las frecuentes risas del público lo confirman). Sin embargo, tras la aparente nimiedad de lo que les pasa a estos personajes que esperan, hay una reflexión de calado sobre la pareja y la amistad, un cuestionamiento de la felicidad aspiracional y un juego teatral en el que dan mucha risa las cuitas de este matrimonio, cuyos amigos quedan en fuera de campo, pero también se cortan en seco con momentos como el del monólogo en que Eli va más allá de las cansinas quejas de su marido o ese final perfecto (y casi doble) que confirma que lo visto es, más bien, una comedia trágica en la que, además de ofrecernos diálogos muy frescos y naturales, Matías del Federico y Daniel Veronese nos dan mucho que pensar. Viendo esta obra me acordaba de Los que hablan, aquella maravilla de Pablo Rosal que exploraba las posibilidades del lenguaje emparejado, desde los balbuceos liminares hasta los intercambios inerciales hechos de frases hechas. Allí también estaba magnífica Malena Alterio con Luis Bermejo, como aquí lo está con David Lorente. En esta noche de estreno los dos parecen tan compenetrados como si la de hoy fuera la última función en Madrid. Y es que aunque ya sabíamos lo estupenda actriz que es Malena Alterio, trabajos recientes como este o el que ha hecho en Que nadie duerma (la magnífica película de Antonio Méndez Esparza por el que tendría bien merecido el Goya a la mejor interpretación) demuestran su impresionante calidad encarnando a personajes magnéticos, siempre al margen de lo convencional. Así que comenzamos el nuevo año con otra estupenda noche de estreno en la que las risas han sido frecuentes, pero nunca de resortes, y los silencios han sido intensos y bien significativos.