de Simon Stephens. Versión y traducción: Nacho Aldeguer.
Producción: Bella Batalla16 de mayo de 2020. Teatro de la Abadía (teatro confinado), Madrid (virtual). 60’ aprox.
Nacho nos pide que cerremos los ojos y pensemos en alguna situación que hayamos vivido y que fuera completamente inesperada. Luego él nos cuenta la suya. En realidad nos habla de Helena, su mujer a la que adora, de Arturo, su suegro que vive en Francia y a cuya casa en la playa van todos los veranos, y sobre todo de su hija Lucía, la niña que los hace absolutamente felices a los tres. Nos habla también de la pared vertical en el mar abierta al abismo que descubre mientras bucea con Arturo. Y de aquella mañana en que los dos fueron a la playa con la niña y ocurrió la tragedia.
Un monólogo conmovedor. El texto de Simon Stephens es muy bueno como también lo era su Punk Rock que vimos hace tres años en el Palacio Valdés, una obra intensa y trágica montada con la habitual solvencia de La Joven Compañía. Pero la versión de Nacho Aldeguer y, sobre todo, la sinceridad con que hace suya la historia hacen que quedemos imantados por lo que nos cuenta. Sentimos la felicidad completa de esa familia y cada instante de esa mañana terrible. Comprendemos retrospectivamente el vértigo ante ese agujero negro en la pared del mar que será también metáfora del agujero vital desde el que nos cuenta eso que es casi innombrable. Como lo que le dijo a Arturo en el aeropuerto que tendría que ver seguramente con la ausencia de Dios. No hay más que un actor ante una pantalla que ya casi desaparece y un buen relato. Los mimbres necesarios para que podamos vivir la magia del teatro. Nacho Aldeguer también versionó y dirigió aquel estupendo montaje de El amante de Harold Pinter que también pudimos disfrutar hace tres años en el Pavón Kamikaze en aquella experiencia inolvidable en dos tiempos. Así que ha sido un gusto poder encontrarnos de nuevo con su estupendo trabajo, ahora como intérprete en todos los sentidos de la palabra. Un lujo en este magnífico teatro confinado que nos ofrece La Abadía y que ya sentimos como parte de nuestra casa en estas semanas.