de Keith Huff. Adaptación y dirección: David Serrano.
Producciones Teatrales Contemporáneas.
con Roberto Álamo y Sergio Peris-Mencheta.3 de octubre de 2014. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 90’ aprox. Estreno absoluto.
Rodo y Dani son policías. Y amigos desde la infancia. Ante nosotros evocan unos días de lluvia en los que pasaron cosas que pusieron a prueba su amistad. Y que cambiaron sus vidas.
Disfrutamos del nuevo abono (en la fila tres) con el primer estreno de la temporada. Y ha sido magnífico. Sobre todo por las soberbias interpretaciones de Roberto Álamo y Sergio Peris-Mencheta. El primero está impresionante en el papel de ese policía rudo que, por querer defenderla a su manera, acaba perdiendo a su familia. El segundo le da una réplica perfecta como el amigo que la acaba ganando tras una redención que tiene algo de traición. Ya sabíamos lo mucho que los dos valen para el teatro. Pero su sintonía de esta noche nos ha regalado un recital interpretativo impresionante. Los trabajos de Roberto Álamo en Animalario eran magníficos, pero no puedo dejar de pensar en el contraste entre el duro personaje que hoy estrena y el dulce ser que interpretaba en La gran familia española. De Sergio Peris-Mencheta se me hace inolvidable su discurso en el papel de Marco Antonio en el Julio César que vimos en junio, pero también su buen hacer como director en obras (desiguales) como Continuidad de los parques o (extraordinarias) como Un trozo invisible de este mundo. Esta noche los dos han estado rotundos en unos personajes que nos han contado, evocado y hecho vivir una historia que, siendo de textura más cinematográfica que teatral, ha resultado un artefacto escénico poderoso e impecable. Y eso tiene mucho mérito, porque el trabajo de adaptación y dirección de David Serrano ha conseguido que me interese una historia de policías que me parece excesiva en su dramatismo y algo manida en los cruces de caminos vitales que plantea. Así que discrepo del elogioso comentario que hace sobre el texto de Keith Huff en el programa de mano. Intuyo que lo que consigue con su adaptación y su impecable puesta en escena es muchísimo más que lo que cabría esperar de una historia que no me parece tan notable.