miércoles, 6 de agosto de 2025

Memorias de Adriano

Autoría: Marguerite Yourcenar. Dramaturgia: Brenda Escobedo. Dirección: Beatriz Jaén.
una coproducción de Teatre Romea y el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.
con Lluís Homar, Clara Mingueza, Álvar Nahuel, Marc Domingo, Xavi Casan y Ricard Boyle.

6 de agosto de 2024. Teatro Romano. 71º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. 100’ aprox. Estreno absoluto.

Ya mayor y enfermo, Adriano repasa su vida. Sus primeros afanes por descollar en la política, sus relaciones con Trajano, su pasión por Antínoo y su poder absoluto en aquel gran imperio. Lo hace en este teatro que solo tenía un siglo cuando él era emperador.

Lluís Homar ha estado soberbio en esta noche de estreno. Otra vez inconmensurable, como en Terra baixa. El soliloquio de Adriano no podía tener mejor intérprete. Rotundo, introspectivo, a veces tierno y siempre magnético. Brenda Escobedo ha hecho un trabajo excelente espigando e hilvanando los pasajes más pertinentes del texto de Yourcenar para su representación teatral. El reto era cómo llevar al escenario (especialmente a este) las memorias reflexivas que la escritora imaginó en aquel emperador. Y Beatriz Jaén lo ha resuelto consiguiendo que escuchemos al Adriano romano mientras parece que vemos a un poderoso líder de hoy. Para ello, Lluís Homar nos habla desde un espacio simplísimo de blancura impoluta (y relativamente insular en estos dominios de Ceres) mientras le ayudan a arreglarse con negra elegancia unos auxiliares y unos técnicos que parecen preparar su intervención en un plató presidencial. La palabra, precisa y sugerente, es siempre la suya, pero a su alrededor hay imágenes de él en pantallas y también otros personajes activos, pero silentes, que pululan con micrófonos y cámaras en una coreografía hiperrealista que se convertirá en poética durante los hermosos pasajes en los que Adriano recuerde la relación que tuvo con Antínoo (magníficamente evocado con la expresividad perfecta del bailarín Álvar Nahuel). Es verdad que estas Memorias de Adriano están concebidas con un planteamiento escénico que se ajusta a los requerimientos espaciales de otros teatros, pero el texto de Yourcenar tiene un tono intemporal que se desvirtuaría si el Adriano al que ahora escuchamos tuviera las maneras y atuendos de la época de estas piedras. Así que ha sido una noche de estreno memorable en Mérida en la que hemos podido comprobar que si Adriano era uno de los cinco emperadores buenos que tuvo Roma, Lluís Homar es uno de los grandes emperadores que tiene nuestro teatro actual.