de Martin MacDonagh. Versión y dirección: David Serrano.
Una producción de Producciones Teatrales Contemporáneas.
con Belén Cuesta, Ricardo Gómez, Juan Codina y Manuela Paso.
14 de mayo de 2021. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 150’ aprox (con descanso). Estreno absoluto.
El cuento de los cuentos. Una historia sobre la escritura, la culpa y la redención. Hay niños que protagonizan historias terribles. Todas simplísimas y hondísimas. Como si fueran haikus poéticos cargados de dramatismo. El hombre almohada es el título de la obra y de uno de ellos. Seguramente el metacuento, el que explica, resume y orienta el sentido de los demás. Y quizá también el que expresa la desazón existencial que ha podido llevar a Martin MacDonagh a escribir una historia como esta, a David Serrano a ponerla en escena para que nosotros la contemplemos con tanta emoción en estas dos horas y media de teatro superlativo. Un texto que en nuestra cabeza se convierte en una grandiosa novela trufada de microrrelatos de alto calado y máxima simplicidad. Una puesta en escena brillantísima y de gran sencillez en ese espacio oscuro y opresivo al que la abertura en el techo y el plástico en el suelo hacen temer cosas terribles. Y unas interpretaciones ajustadísimas y rotundas a cargo de cuatro intérpretes que no parecen estar en la noche del estreno sino en la emocionante última función de una obra que hubiera tenido un largo recorrido y muchísimo éxito (el que seguramente tendrá). Por si todo esto fuera poco, se nos regalan momentos visualmente maravillosos con máscaras y figuras que, al comienzo de la segunda parte, hacen que uno sienta el deseo de levantarse de la butaca, parar la obra y aplaudir desaforadamente. El hombre almohada es alta literatura escénica. Nada que deba sorprendernos tratándose de Martin MacDonagh, el director de la magnífica Tres anuncios en las afueras (protagonizada por Frances McDormand, ahora más que consagrada con Nomadland) y de quien vi hace ocho años, en los añorados cines Marta, Siete psicópatas, otra película singularísima también con varias capas y no poca truculencia. Estoy seguro de que la versión de David Serrano de El hombre almohada hace aún más perturbadora la propuesta de MacDonagh con decisiones tan acertadas como limitar la trama a cuatro personajes y encargarla a intérpretes tan adecuados como Belén Cuesta, Ricardo Gómez, Juan Codina y Manuela Paso que hacen aquí unos trabajos que darán mucho que hablar. Así que ha sido otra noche de grandísimo teatro en el Palacio Valdés.