viernes, 11 de septiembre de 2020

Rita

de Marta Buchaca. Dirección: Lautaro Perotti.
una producción de Lazona.
con Carlos Hipólito y Mapi Sagaseta.

11 de septiembre de 2020. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 75’ aprox. Estreno absoluto.

Rita es la perra que le regalaron a la hija de Toni cuando cumplió cuatro años. A Julia no le ha gustado nunca que su hermano le pusiera ese nombre porque es el de su madre. La anciana hace tiempo que tiene Alzheimer y está en una residencia donde ya ni siquiera los reconoce cuando van a verla. Toni parece asumir bien la situación de su madre, pero le cuesta aceptar que lo mejor para su vieja perra sería no prolongarle el dolor. Los dos hermanos son distintos, pero se quieren y se necesitan. Especialmente ahora que tienen que enfrentarse juntos al final de la madre.

En este 2020 nuestro Palacio Valdés se ha hecho centenario. Y en coherencia con su accidentada historia le ha tocado celebrarlo con un cierre mucho más que dramático. Así que desde aquel 7 de marzo del magnífico estreno de Traición, una obra que ni siguiera llegó a verse en Madrid hasta hace unos días, es hoy cuando podemos volver a pisar el parquet claro de su patio de butacas y los actores las tablas de ese escenario al que tanto hemos echado de menos en estos meses. Creo que ellos y nosotros hemos compartido en esta noche de estreno la emoción de un reencuentro que tanto estábamos necesitando. Y como en todos los teatros en que se ha hecho un gran esfuerzo para que nadie pudiera tener que elegir entre la seguridad y la cultura (quizá con la excepción de Mérida), la programación  de dos funciones para cada obra y la drástica reducción del aforo, con la retirada física de buena parte de las butacas, hacen que, además de la obra, debamos aplaudir la responsabilidad y diligencia de quienes cuidan y miman a este teatro y tan bien han tratado siempre a su público. Así que Lautaro Perotti, Carlos Hipólito y Mapi Sagaseta seguramente habrán estado encantados con este regreso a Avilés, una ciudad que ya saben desde hace tiempo que también es la suya. Rita es una obra entrañable y fraternal, una historia amable que pivota sobre esa complicidad naturalísima que solo puede darse entre un matrimonio bien avenido o entre unos buenos hermanos. Una complicidad que no excluye los desencuentros ni las discrepancias, especialmente cuando de lo que se trata es de cuestiones de vida o muerte. Marta Buchaca ha querido acercarse a estos temas  sin ningún dramatismo y  con un puntito de ironía amable que no llega a resbalar hacia la comedia impertinente. La dirección es de Lautaro Perotti, uno de los artífices del milagro timbrero y que siempre me ha encantado como actor en las obras que de él he visto aquí y en Buenos Aires. Su puesta en escena es sencilla, con apenas unos elementos polivalentes que empiezan teniendo aspecto de cielos y terminan como suaves nubes grises que no amenazan tormenta. Así que, ya digo, es un gustazo volver a casa. A nuestro Palacio Valdés. A nuestro querido teatro.

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