Dirección: Andrea Jiménez y Noemí Rodríguez.
una producción del Centro Dramático Nacinal.
- La distancia según Pau Miró. Con Jesús Barranco, Alicia Rodríguez y Macarena Sanz.
- La distancia según Pau Miró. Con Jesús Barranco, Alicia Rodríguez y Macarena Sanz.
- La distancia según Andrea Jiménez y Noemí Rodríguez. Con Julia de Castro, Juan Paños, Alicia Rodríguez, Noemí Rodríguez y Macarena Sanz.
- La distancia según Juan Mayorga. Con Jesús Barranco y Julia de Castro.
En una sala de utilería dos mujeres esperan nerviosas la visita del gerente del teatro. Mientras tanto hablan de muchas cosas. Por ejemplo de Marcial, el hijo de una de ellas que prefiere dedicarse al derecho que al teatro. Cuando el gerente llega les habla amable y atropelladamente. De hecho, ellas no tienen claro si las ha despedido o no. Con geles hidroalcohólicos y golas a modo de mascarillas un actor y una actriz ensayan Romeo y Julieta pero nada sale bien. Noemí discute con la directora y cuando llega una repartidora de Glovo se baja del escenario para retenerla como si fuera lo que queda del público. En un teatro vacío se encuentran dos personajes espectrales. Son un hombre y una mujer que se tratan de usted y al principio mantienen las distancias. No saben quiénes son, por qué están allí ni para qué sirve ese lugar. Poco a poco la distancia entre ellos se acorta y los recelos también.
Dos de las tres piezas de La distancia tienen el tono de comedias amargas. La de Pau Miró es un diálogo delicioso entre dos mujeres con funciones teatrales secundarias pero con miradas tan ingenuas como lúcidas. La de Andrea Jiménez y Noemí Rodríguez contiene ese maridaje entre divertimento trepidante, ternura intimista y reflexión irónica que caracteriza su deliciosa manera de hacer teatro. Por último, la pieza de Juan Mayorga es la más abstracta. Tiene una gran distancia en el tono con las otras dos y por eso contrasta la gravedad y brillantez reflexiva que caractariza su teatro con las formas catárticamente amables de las piezas anteriores. Son tres propuestas diversas sobre la distancia entre las que hay distancia estilística en los textos, pero ninguna en lo que realmente importa: la calidad del trabajo de quienes los escribieron y de quienes los interpretaron Y también en el buen hacer de quienes concibieron que unas cámaras en un escenario o en un patio de butacas podrían convertirse sin artificios en los ojos de un público teatral atento y conmovido.