Producción: La Caja
con Ion Iraizoz y Mikele Urroz.
22 de junio de 2019. Centro Niemeyer (Club), Avilés. 65’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.
El vecino de Mar es Gris. Ella le llama así aunque su nombre es Grisóstomo, como aquel personaje que agobiaba a Marcela, la pastora del Quijote. Gris es un pelma enamorado de Mar que cree que porque la quiere muchísimo ella debería tenerlo en cuenta. Para conseguirlo la asedia en su casa mientras Mar intenta secar un traje que él le había mojado en el tendal. O la sigue hasta Miami después de que ella se mude allí para huir de este tipo que no la deja en paz.
¿Hay acoso de baja intensidad? La simpatía que puede despertar este tipo tan pesado y tontorrón puede llevar a pensar que sí. Sin embargo, Cervantes ya nos advirtió frente a eso con la historia de la pastorcilla Marcela que oportunamente se cita en el programa de mano: "Yo conozco, con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable: más no alcanzo que, por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama". Gris/mar se hace muy interesante por el tono de comedia que se da a los encuentros entre el pretendiente y la asediada y por los oportunos monólogos de él (en modo profesor de literatura) y de ella (en ese discurso final tan oportuno ahora que el Supremo ha rectificado la sentencia sobre La Manada que inspiró la aleccionadora y magnífica Jauría teatral que se estrenó en el Palacio Valdés). El texto de José Padilla es ágil e intencionado y las interpretaciones de Ion Araizoz y Mikele Urroz son estupendas. De hecho, han conseguido ponerme de los nervios con esos gestos y esa forma de hablar en treintañés que quizá hacen más probables conductas como el acoso pseudoeducado que él practica y actitudes como la paciencia infinita con que ella lo soporta.