de Leticia Sánchez Ruiz. Puesta en escena: El Callejón del Gato.
producción: El Callejón del Gato
con Ana Eva Guerra y Borja Roces.
7 de octubre de 2017. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 60’ aprox. Ciclo "Hecho en Asturias". Estreno absoluto.
producción: El Callejón del Gato
con Ana Eva Guerra y Borja Roces.
7 de octubre de 2017. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 60’ aprox. Ciclo "Hecho en Asturias". Estreno absoluto.
El 18 de julio de 1936 la hermana menor iba a estrenar un vestido amarillo para la fiesta. Pero no la hubo. La hermana mayor nos lo cuenta. También todo lo que tuvo que pasar desde entonces y lo fácil que fue siempre la vida para la otra. Al final, también escucharemos su relato. Y entenderemos por qué siempre que recuerda la guerra comienza hablando de aquel vestido amarillo.
La presencia y gestualidad de Ana Eva Guerra es rotunda e impecable. Con el naturalismo justo para encarnar con fidelidad el verbo y los ademanes de ese tipo de mujerona rural, consigue no caer en el efectismo costumbrista que podría haber convertido en caricatura los rasgos de ese personaje tan simple como carismático. De hecho, siendo una historia asturiana, la obra se podría representar en cualquier lugar de España y el público reconocería a esa mujer como alguien bien cercano. El texto está magníficamente estructurado con esos dos momentos asimétricos que hacen que el relato de la hermana mayor quede magníficamente cerrado con el torrencial y catártico discurso-réplica del final. Bien escrito y con una dosificación perfecta de la información, Hermanas me hace pensar en otro texto teatral tan impresionante y conmovedor sobre el mismo tema como Los niños perdidos de Laila Ripoll. Aunque realmente es un monólogo en el que Ana Eva Guerra demuestra un dominio total del gesto y la palabra, también hay que resaltar la presencia de un Borja Roces silente en el papel de ese curioso contrapunto masculino que, en cierto modo, me ha recordado también la estupenda puesta en escena de Sensible que, en este mismo escenario, interpretaron Kiti Mánver y Chevi Muraday hace un par de semanas. Así que ha sido una noche muy grata la de este estreno que demuestra, una vez más, buena la salud, la tenacidad y la calidad del teatro que se hace aquí.