de Antón Chéjov. Adaptación y dirección: Raúl Tejón.
producción: Mano a Mano
con Ana Fernández, Raquel Pérez, Marina San José, Fernando albizu, Emilio Baule, Carles Francino, David González, Sabrina Praga, Chema Trujillo y Antonio Vico.
13 de octubre de 2017. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 125’ aprox. Estreno absoluto.
producción: Mano a Mano
con Ana Fernández, Raquel Pérez, Marina San José, Fernando albizu, Emilio Baule, Carles Francino, David González, Sabrina Praga, Chema Trujillo y Antonio Vico.
13 de octubre de 2017. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 125’ aprox. Estreno absoluto.
Olga, Masha e Irina sueñan con volver a vivir en Moscú. Ya ha pasado un año desde la muerte de su padre y la vida va pasando tristemente para las tres. También para Andrés, el hermano casado con una mujer con la que ellas no congenian. La presencia de unos soldados en el pueblo aporta novedades a unas vidas que seguirán siendo muy conscientes de su deriva cuando ellos se vayan.
Trabajo, familia, futuro, cultura, amor, filosofía, sueños, angustia, tiempo... Chéjov. 3 hermanas habla de cómo pasa la vida. La de esa familia con tres mujeres tristes y la de un país que intuye un futuro en el que todo cambiará para que todo siga igual. Son diez personajes que se mueven como espectros en un espacio oscuro bajo quince bombillas cálidas. Casi siempre están todos en el escenario. A veces de espaldas. Con protagonismos intermitentes en una puesta en escena que acertadamente renuncia a cualquier ambientación que ancle en un tiempo o un espacio esta historia rusa tan intemporal. 3 hermanas está a un paso del teatro del absurdo y a medio de un singular existencialismo costumbrista. Ese es el tono de una obra que Raúl Tejón ha sabido actualizar levemente en el texto y más radicalmente en una puesta en escena muy sobria pero muy acertada. Ana Fernández, Raquel Pérez y Marina San José están muy bien en los papeles de esas hermanas que comparten desesperanza. Junto a ellas destaca especialmente Sabrina Praga encarnando (en argentino) a esa cuñada que primero es despreciada y luego se convierte en lideresa de ese hogar emocionalmente desvencijado. También están muy conjuntados los otros seis actores que aportan el contrapunto masculino en este universo femenino y desolado. Son tres hermanas con vidas extrañadas por motivos bien diferentes a los de aquellas dos hermanas, también dolientes, que conocimos en otro estupendo estreno hace solo una semana (sutilezas de una programación teatral que siempre nos depara sorpresas muy gratas). Un texto tan poco amable como el de Chéjov y una escenografía tan poco efectista como la de Raúl Tejón han sido, sin embargo, muy bien recibidos por un público que ha aplaudido cálidamente en esta noche de estreno. Me alegro de que haya sido así.