Producción: Concha Busto Producción y Centro Dramático Nacional.
con Fernando Cayo, Alfonso Lara y José Pedro Carrión.
29 de abril de 2016. Centro Niemeyer (Auditorio), Avilés. 70’ aprox.
Raúl, César y Javilo nos cuentan lo que pasó. En verso y desde el más allá. Raúl había decidido que cuando cumpliera sesenta años se suicidaría. Y ya tenía cincuenta y nueve. Javilo necesitaba un trasplante de páncreas o en poco tiempo moriría. Así que a César se le ocurrió que Raúl adelantara sus planes y le donara el suyo.
Tragicomedia de vida y muerte. Así subtitula su texto Patxo Tellería en esa estupenda colección de libros de teatro que edita el CDN. Y tiene razón. Páncreas es una tragedia casi surrealista con cierto suspense o una comedia un tanto ácida que da bastante que pensar. Y en verso. Y escrita originalmente en euskera y en castellano. ¿Alguién da más? Pues sí. Porque si leído ya es alucinante este texto de métrica variable con ironías formales como la de los versos manriqueños de la escena final, en el escenario se convierte en algo excepcional con estos actores de complicidad perfecta para unos personajes singulares cuya amistad continúa tras la muerte. Fernando Cayo, Alfonso Lara y José Pedro Carrión están magníficos en un trabajo en el que los gestos parecen rimar tanto como las palabras. La puesta en escena de Juan Carlos Rubio es sobria e impecable desde esa apertura cara al público hasta esa última escena de perfecto simbolismo espacial. Así que Páncreas es un estupendo divertimento rimado apto para todos los públicos. Pero también una lección de buen hacer en el texto, en la interpretación, en la puesta en escena, en la iluminación y hasta en el vestuario. Y una propuesta que da que pensar sobre el egoísmo que a veces impulsa al altruismo. O sobre los miedos, esperanzas y sorpresas que a veces depara el tránsito entre la vida y la muerte.