Producción: Proyecto 43-2.
con Ruth Cabeza, Pablo Rodríguez y María San Miguel.
10 de octubre de 2015. Centro Niemeyer (Club), Avilés. 65’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.
Entre los presos que se han alejado de ETA algunos quisieran encontrarse con familiares de sus víctimas. Así se inicia un programa para facilitar esas entrevistas. Vemos los diálogos entre la mediadora y un ex-terrorista. También los que tiene con la hija de una de sus víctimas. Y al final el cara a cara entre los dos. Un diálogo restaurador que les ayuda a reconocer y a superar su culpa y su dolor.
Una escenografía mínima con solo dos mesas y tres taburetes. Un texto poderoso con diálogos bilaterales y soliloquios reflexivos. Y unas interpretaciones ajustadas y emocionales que hacen de La mirada del otro una obra magnífica que llega por igual al corazón y al cerebro. Al corazón porque siempre es catártico encontrar en la mirada del otro la manera de superar los males propios (y también los prejuicios del espectador). Y al cerebro porque esta obra (y aquel programa) solo molestará a quienes, de un lado, encuentran en las utopías o afrentas colectivas justificaciones para el sufrimiento individual, y a quienes, del otro, intentan que la de víctima sea una condición y no una circunstancia para así justificar ese pensamiento pétreo desde el que se llega a desear algo tan odioso como la prisión permanente revisable. La mirada del otro es teatro necesario, ese que emociona y ayuda a entender.