sábado, 28 de junio de 2014

En un lugar del Quijote

versión libre de la novela de Miguel de Cervantes. Dirección: Yayo Cáceres.
Coproducción: Compañía Nacional de Teatro Clásico y Ron Lalá

con Juan Cañas, Iñigo Echevarría,
Miguel Magdalena, Daniel Rovalher y Álvaro Tato
 
28 de junio de 2014. Centro Niemeyer (Auditorio), Avilés. 90’ aprox.


El Quijote en el escenario. Y Cervantes también. El autor, los personajes y la historia creándose e interpretándose a la vez. Un sueño metaliterario hecho teatro.

Teatro magnífico y total. La novela de novelas en una experiencia escénica asombrosa. Hecha de luces verticales, músicas en directo, monturas invisibles, fardos de libros y arquitecturas intuidas. Una puesta en escena perfecta para un texto teatral sorprendente en el que Cervantes y la novela son dos personajes más. Construir un texto sobre el Quijote metería miedo a cualquiera. A Ron Lalá no. Ellos saben que la mejor manera de respetar a los clásicos es no tenerles ningún miedo. Quererlos mucho y hacerlos más nuestros y más de ahora. Las ironías, los guiños hilarantes y el entusiasmo interpretativo son su manera de acercarse a ellos. Y de deslumbrar con ellos. Los que vimos su estupendo Siglo de Oro, siglo de ahora ya lo sabíamos ("abro paréntesis, cierro paréntesis"). Pero los ronlaleros consiguen con este Quijote el más difícil todavía. La mirada, las maneras y la voz del caballero de la triste figura que interpreta Iñigo Echevarría serán ya inolvidables. Su personaje y los de sus magníficos compañeros componen un Quijote tridimensional en el que se rompen los límites de la página y la cuarta pared para hacer posible una relación fascinante entre el autor, el espectador y la obra. Al final, como correspondía, todo el auditorio del Niemeyer puesto en pie y aplaudiendo largamente. Sabiendo reconocer que acabábamos de ver algo grande. 

viernes, 20 de junio de 2014

El antidisturbios

de Félix Estaire.  Dirección: Patricia Benedicto.
Producción: Teatro de Acción Candente
con Eugenio Gómez y Lucía Barrado.
 
20 de junio de 2014. Centro Niemeyer (Club), Avilés. 55’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.


Un antidisturbios se confiesa ante una cámara de video. Está grabando una explicación para lo que va a hacer. Antes creía en la obediencia debida, en el cumplimiento del deber. Ahora piensa como su hija. Y se desprecia porque fue su violencia la que la dejó ciega en una manifestación.

Hay algo en esta obra que parece recordar al memorable José K. Torturado que interpretó Pedro Casablanc hace dos años. Pero la distancia entre el texto de Javier Ortiz y El antidisturbios es sideral. Aunque la interpretación de Eugenio Gómez podría parecer algo sobreactuada, el problema principal de esta obra está en el texto. La reflexión ética resulta demasiado obvia. El azar de que el padre lisiara a la hija parece excesivo. Y sus palabras suenan más a escritura reflexiva que a la voz propia de un personaje verosímil.

viernes, 13 de junio de 2014

Julio César

de William Shakespeare. Versión, dirección y escenografía: Paco Azorín.
producción: Festival de Mérida, Teatro Circo Murcia y Metaproducciones

con Mario Gas, Sergio Peris-Mencheta, Tristán Ulloa, José Luis Alcobendas, Agus Ruiz, Pau Cólera, Carlos Martos y Pedro Chamizo
 
13 de junio de 2014. Centro Niemeyer (Auditorio), Avilés. 90’ aprox.


La amistad y el honor en el dilema de Bruto. Las premoniciones sobre los idus de marzo. La conspiración y el magnicidio. Los discursos de Bruto y Marco Antonio. La guerra con Octavio. Y finalmente los suicidios de Casio y de Bruto. Todo ante un obelisco que se derrumba y unas sillas que se descolocan.

"Cuántas veces los siglos venideros verán representar mi historia en lenguas y países aún por nacer". Con esas palabras comienza la obra. Luego las repite Marco Antonio y todos pensamos en Shakespeare. En su capacidad para crear arquetipos. Como los de esta noche con un Tristán Ulloa impecable encarnando las dudas de Bruto, un Sergio Peris-Mencheta magnífico en el discurso de Marco Antonio y un Mario Gas con la presencia necesaria para hacer morir bien a este Julio César que casi parece secundario. La puesta en escena tiene en el auditorio del Niemeyer el espacio apropiado para entender la oportunidad del obelisco, de las imágenes de los rostros al fondo del escenario y de los discursos dirigidos a unos romanos convertidos en público en Mérida y en Avilés. La realidad frente a los ideales. El bien común frente a la libertad y el honor. La monarquía frente a los principios republicanos... Aunque Shakespeare sea siempre intemporal, este Julio César nunca ha podido estar mejor programado. En este junio de coronaciones y vientos republicanos la actitud de Bruto y la palabras de César tienen otro significado: "¿Tú también Bruto?, entonces caiga César".