miércoles, 7 de junio de 2023

Guau

autoría y director: Laura Iglesia.
producción: Higiénico Papel Teatro.
con
Carlos Dávila, Carlos Mesa y Roca Suárez.

7 de junio de 2023. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 65 aprox. Ciclo "Hecho en Asturias".

Las horas del día en un parque. Con hombres y perros en combinaciones variables. Los humanos tienen edades y caracteres diversos. Como sus chuchos.

Carlos Dávila, Carlos Mesa y Roca Suárez lo bordan. Cuando hacen de humanos con (o sin) perros y también cuando hacen de perros con (y sin) humanos. Guau es teatro especular del gesto más que del texto. Clavando las monerías y carantoñas habituales entre los perrófilos, los de Higiénico Papel consiguen desternillar a la platea. A los que tienen can y también a los que no. Pero la cosa se queda en lo simpático y lo entrañable apuntando levemente hacia lo irónico. No se toma más distancia con el tema que la que alcanza una pelota o la longitud de una correa. Se apunta la función lenitiva de los perros frente a las soledades, pero se obvia que al apaciguarlas en los individuos se van consolidando en las comunidades. Descartes seguramente se asombraría  de que esas máquinas (con corazón) que para él eran los animales sustituyan con tanto éxito el intercambio entre los seres pensantes. Y no sé cómo se tomaría esos tiempos que se avecinan en los que la promesas de las inteligencias artificiales quizá no dejen claro a quién le tocará el papel de mascota.

Dossier

sábado, 3 de junio de 2023

Las aves

dramaturgia: Joan Yago. Dirección: Israel Solá.
una producción de La Calórica.
c
on Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López y Marc Rius.


3 de junio de 2023. Centro Niemeyer (auditorio), Avilés. 90’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.

Después de disparar a Democracia, Pistitero y Evélpides buscan un lugar para vivir. En el camino se encuentran con una abubilla y luego con un flamenco a los que convencen para que convoquen una asamblea de las aves. Pistitero tiene una propuesta que hacerles: crear una ciudad en las nubes en la que vivirán bajo su liderazgo siguiendo tres principios: individuo, propiedad y competencia.

¿Una comedia tronchante con Las aves de Aristófanes convertida en parábola paródica del neoliberalismo rampante? Solo los de La Calórica podían hacerlo. Y esta noche nos han recordado, con menos sal gruesa y más sutileza, por qué hace años nos hacían tanta gracia las comedias de Els Joglars. Ya solo por los vestuarios y los ademanes ornitológicos de esta increíble locura, los de La Calórica merecen todos los premios. Pero es que, además, Israel Solá y Joan Yago consiguen hacer verosímil una idea tan surrealista como construir una ciudad mundial de las aves en las nubes y desvelar desde ella mucho de lo que nos viene pasando. El despiporre es total y hasta el público más derechoso no habrá podido evitar troncharse (y también pensar) en escenas tan increíbles como las de la familia de palomas con sufrimientos dickensianos, la de los tres poderes con aires de Ionesco o ese mónologo genial en el que el pequeño capitalismo pide perdón por lo que se ha acabado haciendo con sus inocentes ideas sobre el mercado rural. Aunque parezca imposible, esta es la primera vez que La Calórica viene a Asturias. Así que han sido dos noches catárticas, tronchantes, inteligentes y fascinantes en el Niemeyer. Todo gracias al trabajo inconmensurable de Israel Solá y Joan Yago. Y, por supuesto, a la extraordinaria calidad interpretativa de Queralt Casasayas,  Vanessa Segura, Esther López, Marc Rius, Aitor Galisteo-Rocher y Xavi Francés (los dos últimos han hecho un  doblete increíble ayer y hoy). Creo que si Aristófanes hubiera resucitado este fin de semana habría aplaudido con manos y pies. En estos tiempos en los que la libertad se reduce a las cañas, el progreso al crecimiento y la verdad a la mentira, da gusto comprobar que en Avilés conocemos y reconocemos el gran valor de estos pájaros catalanes. Esperemos que vuelvan muy pronto a posarse por aquí.

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viernes, 2 de junio de 2023

Fairfly

de Joan Yago. Dirección: Israel Solá.
una producción de La Calórica.
c
on Queralt Casasayas, Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher y Vanessa Segura.


2 de junio de 2023. Centro Niemeyer (club), Avilés. 85’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer.

Alrededor de una mesa redonda cuatro amigos (dos parejas) discuten sobre qué hacer ante los despidos que se anuncian en la empresa. En principio, preparan un manifiesto para defender sus puestos de trabajo y, de paso, cambiar el mundo. Pero, poco a poco, surgen otras posibilidades. Por ejemplo, crear su propia empresa de potitos para niños hechos a partir de larvas de mosca. 

Comenzamos este fin de semana con La Calórica trasladando nuestro off al escenario del auditorio. Aquí hemos formado un cuadrilátero para asistir a esta lección de teatro mayúsculo en formato reducido. También ha habido buenas lecciones sobre los peligros de esas ensoñaciones neoliberales que llevan a algunos a emprender el peligroso periplo del emprendimiento. Fairfly debería ser de contemplación obligatoria en los saraos de promoción de esas start-ups y similares que últimamente vienen alimentando el ideal meritocrático que acaba provocando la sensación de culpa (asumida o proyectada) en que se ceban las larvas del populismo reaccionario. Joan Yago e Israel Solá tienen el acierto de crear esta maravilla de hiperrealismo laboral en la que va desvelando, poco a poco, las trampas locales y globales en que caen quienes  pierden su trabajo e intentan compensar su depresión haciéndose emprendedores para terminar atrapados en las mismas lógicas que causaron su desgracia. Fairfly es, por tanto, una lección política, sindical y moral, pero eso no la reduce al género del teatro edificante. Todo lo contrario. Con un magnífico cierre, con una puesta en escena sorprendente en la que no se advierten costuras en este plano secuencia de duración variable y con estos cuatro magos del naturalismo extremo, queda claro, una vez más, que el teatro (el buen teatro), además de otras cosas, es la última frontera para las derivas deshumanizadoras de la inteligencia artificial. Esta noche hemos asistido a un derroche de inteligencia humana. Lúcida, crítica, creativa, divertida, comprometida y, por supuesto, barcelonesa. Esta noche hemos pensado, hemos sentido, nos hemos reído y al final todos nos hemos levantado para aplaudir intensamente a quienes han hecho posible esta maravilla. Así que estamos con muchas ganas de ver mañana de nuevo a La Calórica.

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