de Eduardo Alonso. Dirección: Enrique Villanueva.
Piquero Producciones Teatrales.
con María Piquero y Tamara Norniella.
Soliloquios
y diálogos de dos mujeres periféricas. Sororidad entre seres marginales
que paran en la misma parada y tienen tiempo para compartir sus
tristuras y disfrutar asesinando. Sobre el trabajo de las actrices no
cabe hacer reproches. Pero la historia es previsible y resabida y no
consigue dar lástima ni conmover. Y, lo que es peor, la deriva final
hacia lo gore hace imposible cualquier empatía feminista. Extrarradios
forma parte de las actividades programadas con motivo del 8 de marzo y
eso seguramente explica el lleno (abrumadoramente femenino) de esta
tarde en el Palacio Valdés. Por eso es una lástima que este público,
que seguramente no frecuenta el teatro, no haya recibido un regalo
mejor. Mejor para la causa feminista y para la promoción de las artes
escénicas.