miércoles, 25 de agosto de 2021

Retablillo de Don Cristobal

de Federico García Lorca. Dramaturgia y dirección: Ana Zamora.

Una producción de Nao d'Amores con la colaboración de Titirimundi.
con Eduardo Mayo, Irene Serrano e Isabel Zamora.

25 de agosto de 2021. Teatro Fernando Arrabal. 24 Feria de Teatro de Castilla y León, Ciudad Rodrigo. 60’ aprox.

Don Cristobal, Doña Rosita y también su madre. El enfermo, Currito, el director y también Lorca. Hay títeres de cachiporra y tres magníficos intérpretes que además de darles vida la comparten con ellos.

Venimos por primera vez (¡ya era hora!) a la Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo para ver en el bonito Teatro Fernando Arrabal esta nueva joya de Nao D'Amores que dejaría maravillado al propio Federico. La organización de los textos que ha hecho Ana Zamora es impecable y hace que disfrutemos lo indecible con esta maravilla que parece un juguetón homenaje a las artes escénicas primigenias, un divertimento que Lorca ofrece a sus amigos tras una función de fuste en Buenos Aires o también un eslabón imprescindible en esa serie de poemas escénicos suyos con fugas metateatrales que tienen quizá en El público y Comedia sin titulo los textos más fascinantes. Nao D'Amores  se revela radicalmente lorquiana y titiritera en esta maravilla que es un prodigio musical e interpretativo. Entre el gran éxito que ha tenido Nise, la tragedia de Inés de Castro y la Numancia de Cervantes que están preparando para el otoño, este Retablillo lorquiano podría parecer un juguete escénico de menor envergadura. Sin embargo, es un acierto pleno de la compañía segoviana que hará las delicias de cualquier público si la obra tiene el recorrido que merece. Ojalá que sea así.

domingo, 15 de agosto de 2021

La comedia de la cestita (Cistellaria)

de Plauto. Dirección: Pepe Quero.

Una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y GNP Producciones.
con Mariola Fuentes, Alex O’Dogherty, María Esteve, Jimmy Barnatán, Itziar Castro, Falín Galán, Rosa Merás, Juanfra Juárez.

15 de agosto de 2021. Ruinas de Cáparra. 67º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Cáparra. 90’ aprox.

Don Plauto ha llegado a Mérida para inaugurar el teatro romano representando su Cistellaria. Así que los enredos de la comedia original se funden con los líos extemporáneos entre el elenco y el director.

Todo lo contrario a la obra de ayer. La Cistellaria de Pepe Quero es una comedia gruesa con humor de resortes para públicos dispuestos a colaborar. La puesta en escena es plana, sin apenas variaciones en un espacio simplón que añade poco a las bufonadas continuas de unos personajes entregados a la sal gruesa y al discurso tontorrón. Soy consciente de que últimamente esto tiene cierta presencia en la programación del festival, pero creo que obras como esta contrastan vivamente con propuestas como las que hemos visto aquí en las tres noches anteriores. Qué se le va a hacer. A cambio de este cierre mejorable a la cuarta edición de la extensión en Cáparra, la Luna estrenaba cuarto creciente y estaba preciosa cuanto volvíamos al pueblo.

sábado, 14 de agosto de 2021

Anfitrión

de Molière. Dirección: Juan Carlos Rubio.

Una producción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Mixtolobo.
con Pepón Nieto, Toni Acosta, Fele Martínez, José Troncoso, Daniel Muriel, María Ordóñez.

14 de agosto de 2021. Ruinas de Cáparra. 67º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Cáparra. 100’ aprox.

Jupiter y Mercurio conocen los placeres humanos haciéndose pasar por Anfitrión y Sosia ante las esposas de estos. 

Hace cuatro años empezaba esta extensión en Cáparra del festival de Mérida y la primera comedia que se representó ante este arco fue Los Pelópidas, la magnífica obra de Jorge Llopis. La cito porque fue una prueba contundente de que una comedia puede ser inteligente, trepidante y no echar mano de resortes. Y este Anfitrión es otro magnífico ejemplo de ello. Ante una caravana de circo la historia de Molière, inspirada en la de Plauto, se hace torrencialmente divertida con ese ritmo veloz en la palabra y el gesto que está pensado no para provocar carcajadas viscerales sino sonrisas inteligentes. La entrega de los seis intérpretes es total y también es perfecto el afinamiento de sus prodigiosas interacciones casi circenses. Así que la tercera obra que vemos esta semana en Cáparra es una delicia que me reconcilia con la comedia, ese género difícil en el que lo fácil es caer en la tentación de contentar al público de risa floja.      

viernes, 13 de agosto de 2021

Cayo César

de Agustín Muñoz Sanz. Dirección Jesús Manchón.

Una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Atakama
Creatividad Cultural.

con Juan Carlos Tirado, Miguel Ángel Latorre, Javier Herrera, Fernando Ramos,
Beatriz Solís, Rocío Montero, Manuel Menárguez, Raquel Bejarano.

13 de agosto de 2021. Ruinas de Cáparra. 67º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Cáparra. 100’ aprox.

Desmanes y arbitrariedades protagonizados por aquel emperador que no soportaba que le llamaran Calígula. Lo vemos convirtiendo en peleles a los senadores, sublimando las virtudes de su caballo y ansiando el poder de los dioses. Pero también lo vemos atormentado por sus recuerdos y sus miedos.

Tras el Calígula de Albert Camus que dirigió hace cuatro años Mario Gas en Mérida parecía imposible montar otra obra sobre Cayo César que sobreviviera a la comparación. Sin embargo, el buen texto de Agustín Muñoz Sanz y la acertada dirección de Jesús Manchón han  hecho que uno se olvide de comparar las dos obras y disfrute con una propuesta muy bien concebida con un carácter casi coreográfico y con soluciones muy elegantes a los episodios más sádicos (por ejemplo, esa danza tan oportuna para cada muerte). Por lo demás, Juan Carlos Tirado consigue lo que parecía imposible: lograr que su Calígula se haga tan memorable como el que interpretó Pablo Derqui en la obra de Mario Gas. Su forma de entender al personaje y el brío con que lo va haciendo más magnético conforme avanza la obra se ven reforzados por la compañía de un elenco que sabe muy bien lo que hace y lo hace con convicción. Así que ha sido una buena noche de teatro sobre ese personaje arquetípico que tan bien expresa la naturaleza del mal no banal.

jueves, 12 de agosto de 2021

Antígona

Autor y director: David Gaitán.

Una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, El Desván Producciones y Teatro Español, con la colaboración de la Embajada de México.
con Irene Arcos, Fernando Cayo, Clara Sanchis, Isabel Moreno, Elías González y Domingo Cruz.

12 de agosto de 2021. Ruinas de Cáparra. 67º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Cáparra. 100’ aprox.

Deliberación sobre el caso Antígona. Recreando la tragedia de Sófocles y discutiendo la decisión de Creonte.

Volvemos a Cáparra para ver hasta el domingo cuatro de las cinco obras que se representaron en Mérida el año pasado. Esta es precisamente la de aquel estreno para el que teníamos entradas pero renunciamos a ir por aquel temerario cambio de criterio sobre el aforo (hasta la familia real parecía hacinada en la noche del estreno). Más que Antígona la propuesta de David Gaitán debería titularse Creonte. De hecho, lo que en el texto de Sófocles es un duelo equilibrado entre quien defiende lo que podríamos llamar el derecho positivo y quien defiende el derecho natural aquí se convierte en un juicio a Creonte del que solo aparentemente saldrá perdedor. El desequilibrio no está solo en hacer más feminista (pero más débil) al personaje de Antígona y quienes la apoyan, sino en hacer que el malote de Creonte pueda conectar (casi a la manera voxera y ayusiana) con la idea que algunos tienen del sentido común. Y el desequilibrio se hace más acusado al elegir a Fernando Cayo para ese papel. Y es que con un animal escénico de esa talla (aquel Inconsolable de Javier Gomá dirigido por Ernesto Caballero fue inolvidable) nada ni nadie puede hacer frente a ese Creonte superlativo que él interpreta delante del arco de Cáparra. Así que ha sido una noche grata bajo las estrellas extremeñas con un actor que se sale y una Antígona que no llega.